✒ FINAL

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¡Mi amor! ¡Levantate!

Su melodía de voz fue tan fuerte pero para sus oídos era tan delicada y la más hermosa que pudo escuchar.

— Diez minutos más — se quejó tapándose todo como un tamal.

— Vamos flojo, te dejaré solo si no te levantas

Jungkook en un movimiento rápido tomó de la cintura a Jimin dejándolo debajo suyo, le guiñó un ojo besando su frente con amor.

— Esta bien gruñón

— Tu me haces renegar idiota, no lo hago por las puras — pellizco de su mejilla derecha.

— Bañemonos juntos

— Ya me bañé yo — se separó del calor corporal que emanaba Jungkook y salió de la habitación con una encantadora sonrisa.

— Enano del demonio

A regañadientes tomó una ducha para vestir elegantemente (sin exagerar) simplemente fue un pantalón negro ajustado con raspaduras en las rodillas, una camiseta ploma y una chaqueta más grande color negra, al final unas converse blancas.

Bajó a la cocina y feliz se acercó a Jimin abrazandolo para besar su cuello disfrutando de su compañía, dentro de un mes cumplían cuatro años de relación y le iba a pedir que se case con él, claro dentro de dos años más donde estarán por graduarse de su Universidad como profesionales.

— Voy a salir hoy con unos amigos Kookie — avisó.

— ¿Dónde?

— A casa de Jaebum

— Bien ¿A qué hora quieres que te recoja? — lo abrazó más fuerte contra su pecho.

— Yo te llamaré

— Okey

Al estar listo el desayuno entre miradas y jugueteos entre pies fueron en marcha a la Universidad donde se encontraron con Taehyung esperándolos. El primero en ir hacia él fue Jimin.

— ¡TaeTae! — se abalanzó en sus brazos.

— ¡Minnie!

Se abrazaron felices hasta que Jungkook llegó al lado de ambos amigos y fue entonces que Tae se separó del más bajo y fue también abrazar a Jeon.

— Hola Jungkook

— Hola Tae

— ¿Aún no empiezan las clases verdad? — preguntó Jimin sin saber las intenciones de su amigo.

— Claro que no, aún podemos a perder el tiempo

— Bien, sólo déjame guardar mis cosas en el casillero — Jimin estaba por irse pero la voz de Jungkook lo llamó.

— Jimin ¿Puedes llevar el mío también? — el rubio asintió — ten, estas son mis llaves — las tiró y Jimin las atrapó sin esfuerzo alguno, sonrió y saltó en su lugar emocionado para irse.

Cuando Jeon y Kim quedaron solos el ambiente se tornó un tanto incómodo.

— Vamos yendo a la cafetería — dijo Jungkook empezando a caminar pero fue detenido por las manos del peligris, volteó confundido y preguntó — ¿Pasa algo?

— ¿Podemos hablar?

— Ya lo hacemos

— No, si no...tengo que decirte algo

Ghostly love ✧ Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora