BTS Dreams

Deseo

Acompañé a los chicos a una sesión de fotos.
Le dije a Taehyung que iría al baño, pero el lugar era tan grande que me costó un poco encontrarlo.
Cuando volví me desplomé junto a Tae, que se encontraba sentado en el suelo observando como les tomaban fotos a los demás. Aún no era su turno.
-¿Estás bien? -me preguntó preocupado, posando su mano sobre mi espalda.
-Sí. Es solo que fue difícil encontrar el baño -me quejé, aún estando recostada boca abajo.
Taehyung rió y yo no pude evitar sonreír al escucharlo.
-Bueno, ahora ya sabes dónde está -acarició mi cabeza, intentando animarme.
-Si... -comencé a decir mientras me sentaba y volteaba mi cabeza en su dirección.
No me di cuenta de la distancia entre los dos, pero nuestros rostros estaban tan cerca que pude sentir el suave roce de sus labios con los míos.
Di un sobresalto e inconscientemente me separé. Nos observamos atónitos, intentando descifrar lo que habíamos sentido ante aquel contacto.
No estaba segura, pero si quería sentirlo otra vez y Tae parecía pensar lo mismo ya que se acercó, cortando nuevamente distancia entre nosotros, y unió nuestros labios en un suave y tierno beso.
Un cálido cosquilleo recorrió mi cuerpo, llenándome de energía.
Nos separamos unos centímetros para vernos a los ojos y ver que ambos queríamos más. Volvimos a hacerlo, pero esta ves intensificando un poco más el beso, y nuevamente nos separamos para ver nuestros ojos llenos de codicia y lujuria, anhelando por más.
Nuestras lenguas jugaban mientras nuestras bocas se devoraban. El calor aumentaba entre nosotros.
Enredé mis dedos en su castaño cabello y él colocó una mano en mi espalda, dejándome lentamente sobre el piso.
Su boca se separó de la mía para dejar suaves y cortos besos por mi cuello y clavícula. Solté un suspiro cuando V mordió ligeramente la unión entre mi cuello y mi hombro.
-¡Por Dios, Taehyung! ¡Aléjate de ella! -pude escuchar la voz de Namjoon gritándole y apartándolo de mí.
Por un momento había olvidado en dónde estábamos. Me senté y me di cuenta de que todos nos estaban mirando.
Nam nos decía algo pero mi corazón palpitaba tan fuerte y rápido que no lograba escucharlo. Sentía que me quemaba la cara hasta las orejas, al igual que Tae quien tenía el rostro rojo y el cabello completamente despeinado.
A pesar de todas las personas a nuestro alrededor, nosotros no podíamos quitar nuestras miradas uno del otro. Deseando internamente volver a unirnos.