Entre Flores y Espadas

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Podía sentir el aire faltando en sus pulmones, sus manos ya no podían apretar y sus pies no podían moverse.

La katana que usaba para decapitar demonios estaba amarrada a su mano, era la unica manera de poder seguir peleando.

Vio a su lado, dos personas peleaban con él, eran sus compañeros fieles: Inosuke y Zenitsu.

En su espalda, esperando el momento perfecto, su hermana Nezuko se mantenía oculta.

Sin embargo, más atrás de lo que su cuello puede girar, en un punto ciego en su espalda para su vista, puede sentir el olor a sangre de esa persona.

Sin embargo, más atrás de lo que su cuello puede girar, en un punto ciego en su espalda para su vista, puede sentir el olor a sangre de esa persona

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Despertó de aquel fatídico sueño, estaba empapado en sudor y su corazón latía a mil.

Sentía sus manos temblar y sus pies no querían recibir órdenes.

¿Que había sido ese sueño? Miró a sus lados, acostados en camillas diferentes estaban sus mejores amigos: Zenitsu e Inosuke.

Se levantó de la cama e hizo unos estiramientos, pero ese sueño no salía de su mente ¿Por qué había soñado eso?

Salió de la habitación, sus pies descalzos no hacían ningún tipo de ruido al caminar y sus manos deslizándose por las paredes los acompañaban en su silencioso movimiento.

Caminó hasta la puerta de la Finca Mariposa, lugar donde se encontraban recuperándose de su misión pasada.

Había perdido a alguien importante para él, Rengoku Kyojuro, el Pilar de la Llama.

Aún no se reponía de su tristeza, si se hubiese cuidado más y no hubiera sido atravesado por ese cuchillo tan artesanal...

Unos quejidos llamaron su atención, olía fuertemente a sudor, pero no era uno cualquiera.

Caminó hasta el dojo de entrenamiento que tenía la Finca Mariposa, dentro de él, tan concentrada cómo podía estaba Kanao.

Se acercó en silencio y se sentó en el suelo, viéndola practicar.

No supo exactamente cuánto pasó, pudieron haber sido 10 minutos o hasta 30, pero el solo se concentró en los elegantes movimientos de la joven, y en el buen olor que emanaba.

Cuando la chica se dio cuenta de la presencia de alguien más, paró de mover la katana que tenía en sus manos y volteó a verlo.

— Tanjiro — Mencionó el nombre del chico, el cual solo le sonrió

— Buenos días, Kanao — La chica se sentó a su lado — ¿Quieres que te traiga agua? — Ella solo negó — Vale, si necesitas algo... — Kanao había puesto su katana en el cuello de Tanjiro — ¿Sucede algo?

Kanao suspiró y retiró la katana del cuello de este — No, solo pensaba... realmente no soy capaz de matar a un humano — se tiro boca arriba en piso y soltó la katana — Tanjiro... ¿Crees... Crees que puedes ser más fuerte de lo que ya eres?

Kanao miró a Tanjiro, realmente ese chico había llegado a un nivel de poder acercándose al de un pilar — Si, puedo serlo — Le dio una sonrisa llena de amabilidad — Cuando mate a una Luna Superior, sabré que poseo por fin el poder suficiente como para enfrentarme a Muzan, pero sin poder alcanzarlo o superarlo — también se recostó boca arriba en el piso — Y tú, Kanao ¿Crees que puedes ser más poderosa de lo que ya eres? —

La Tsuguko negó— En estos momentos estoy estancada, me sé todas las técnicas y soy capaz de usarlas, así que no sé cómo podría ser más poderosa — nuevamente suspiró y miró a Tanjiro— ¿Sabes? Desde que dijiste que siguiera mi corazón he empezado a hacerlo —

Tanjiro se volteó y le dio una sonrisa — Buena suerte con seguir haciéndolo — volvió a ver hacia arriba

— Tanjiro — El nombrado volvió a verla — ¿Puedes practicar conmigo? —

En diez minutos ambos estaban con sus uniformes y sus haoris puestos, pero tenían katanas de entrenamiento.

Empezó un baile entre ambos espadachines, los golpes de sus katanas se hacían presente en todo el dojo y sus expresiones se volvían una sola, una sonrisa se mostraba en ambos rostros.

Estuvieron practicando hasta que fueron llamados para desayunar.

Zenitsu y Inosuke como siempre peleaban en pleno desayuno, sin embargo esta vez Tanjiro No intervino, estaba metido en sus pensamientos.

— Hey, Tanjiro — Zenitsu dejo de pelear y le habló— ¿Sucede algo? Estas muy metido en tus pensamientos

Tanjiro se sobresaltó un poco y miró a Zenitsu — N-No es nada— continuó comiendo su desayuno.

Inosuke también se quedó viéndolo— ¿Tu próxima misión es muy peligrosa?

El cuervo ya le había informado de la misión que tenía que cumplir, pero la verdad eso no lo preocupaba para nada.

— Ehh... no, la verdad no — Terminó de desayunar y se levantó — pero creo que partiré ya, ustedes deberían hacer lo mismo —

— ¡El gran Inosuke-Sama terminará su misión antes que Gonpachiro! — comió rápido su desayuno y salió corriendo

Kanao veía la situación con una sonrisa, se acercó a Tanjiro el cual iba hacia la habitación de su hermana.

— Tanjiro — este volteó a verla — ¿Puedo seguir a mi corazón? — se acercó hasta estar frente a este

— Puedes — Le dió una sonrisa, fue a decir algo más, pero Kanao lo estaba abrazando — ¿Kanao?

Ella solo lo apretó más, luego de unos segundos así, ella se separó.

— No mueras por favor — se dió la vuelta — Y cuida a Nezuko-san — luego se retiró

Tanjiro solo suspiró — Lo hubieras dicho... — Miró la puerta de la habitación de su hermana — Se lo que quieres y lo piensas, Kanao — abrió la puerta y entró— Y si lo preguntas te diré que sí, porque juntos podremos estar entre flores y espadas.

Entre Flores y Espadas - TanjiKanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora