Extra #5 (Parte 3)

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La nueva vida de Easton (Parte 3)

7:46 pm

—Nos mintieron —soltó Sanne.

—¿Disculpa? —cuestionó Donovan, ladeando su cabeza. Dalia se vio tan sorprendida como él ante esa declaración.

—Nos mintieron, par de idiotas —repitió ella, había una sonrisa en sus labios —. Easton es mucho más encantador de lo que describieron.

Entonces, ambos sonrieron. Podían escuchar a los niños jugando en el patio, y entre tantas risas estaba la de Easton. Desviaron la mirada hacia él, lo encontraron divirtiéndose junto con los otros terremotos. Siempre supieron que East merecía un lugar al cual pertenecer, ellos quisieron dárselo. Ahí estaba el niño más encantador que conocían, siendo tan feliz como merecía.

—Es increíble —aseguró Dalia, sonriendo hacia él. Su sonrisa solo aumentó cuando vio a Ty unírsele —. Es un niño tan bueno, merece tanto y ha tenido tan poco...

—Es impresionante lo que dijo sobre los huracánes, como supo exactamente lo que necesitaban—señaló Calvin, refiriéndose a los hijos de los Bacher, quienes todavía dormían —. Habla como un adulto y aún así tiene la capacidad de divertirse como un niño.

—Es que ha sufrido como alguien mayor —habló Donovan, tras suspirar —. Solo que no lo ha notado. Es triste pero, para él, todo lo que ha vivido es normal. No sabe que en realidad no lo han tratado como merece.

—Aquí se dará cuenta de todo el amor que merece —dijo Eve, con una sonrisa —, porque nos encargaremos de dárselo.

—Yo creo que el mundo comienza a darle lo que necesita, porque cruzó su camino con el de dos padres increíbles —aseguró Derek, mientras distraía a Lavanda en sus brazos —. Y, por supuesto, a unos tíos inclusive más asombrosos.

—Tan modesto...—Lilian rodó sus ojos con diversión, pero luego observó a sus amigos —. Pero en serio, es un niño maravilloso que ya se está robando nuestros corazones. Si nos está cautivando ahora, no quiero ni imaginar como estaremos en unos años.

—Bueno, nuestros corazones se los robó hace rato, Lili—aseguró Dalia, riendo un poco. Luego miró a Donovan—. Es increíble pensar que ese niño es nuestro hijo; que Ty y él lo son. Los dos son tan...increíbles. Me siento una mamá orgullosa.

—Y yo un papá orgulloso —continuó él, tomando su mano con cariño para luego besar sus nudillos.

—Y yo un papá con mala suerte —soltó Derek, con una mueca de desagrado en su rostro. Livi, aún en sus piernas, parecía que comenzaría a llorar por estar sucia —. Bonita, alguien hizo algo no muy bonito en su pañal. Te toca cambiar a esta belleza.

Lilian soltó una carcajada y cargó a su hija menor. Se levantó de la mesa en la que estaban todos sentados y fue en busca de la pañalera, mientras la conversación seguía. Donovan escuchaba a todos, incapaz de esconder la alegría que sentía por saber que East ahora estaba con ellos, que le darían lo que en realidad merecía. Río de los chistes de Derek, continuó hablando con Calvin y Sanne, se ofreció a cargar a Lavanda cuando Lili regresó, pero hubo un punto en el que algo mucho más grande le ganó.

No podía explicar la sensación de cansancio que a veces se apoderaba de él, y mucho menos el dolor que, en ocaciones, lo descolocaba. Esa vez, tan solo fue cansancio que, por segundos, lo alejó del lugar en el que estaba. Sintió sus ojos pesados, todo él un tanto pesado, pero sabía que no se podía dormir. Disimuló lo mejor que pudo, me atrevo a decir que ninguno en la mesa notó que Don estaba respirando con fuerza e intentando mantenerse firme y consciente. Ni siquiera cuando escuchó a Gabe y a Cloe aparecer, finalmente despiertos, pudo concentrarse en ellos del todo.

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⏰ Última actualización: May 26, 2020 ⏰

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