Un chico con una belleza hipnotizan te, de unos cabellos negros, con un rostro ovalado, de facciones angulosas. Su rostro blanco, tan blanco como porcelana y una expresión amable. Con unos labios delgados, su nariz delicada y unos profundos ojos azu...
De mi sé decir que me quedé mirándolo pasmado, era mucho más hermoso estando cerca.
Tomaba el vino con tanta elegancia, sentado con las piernas cruzadas y agarraba la copa de manera delicada.
— ¿Te quedarás mirándome toda la noche?.
— Disculpa mi falta de educación.
— No tengo problemas con que mires, estoy acostumbrado -—me dijo volteando hacía mi colocando su brazo sobre el mostrador, apoyando su cabeza sobre el—deberías al menos decirme algo.
En aquel momento no sé me ocurría ningún tema para sacar conversación, estaba demasiado fascinado para pensar en algo.
— Si me sigues mirando tanto podría gastarme. —Expresó con una sonrisa— Al menos dime tu nombre.
Como no mirarlo, si era tan hermoso que quería ponerlo en un pedestal para poder admirarlo.
— Mi nombre es Jungkook.
No hacía falta preguntar su nombre, gracias al bartender ya lo sabía.
— Es un placer conocerte, el mío es Taehyung.
—El placer es todo mío —le dije.
— ¿Es tu primera vez aquí?, nunca te había visto en este lugar.
— Lo es, unos amigos me sugirieron este lugar.
— Es una suerte que lo hicieran.
El caso es que ahora ambos nos mirábamos, el hacía círculos sobre la copa y me sonreía.Cualquiera podía notar que estaba tratando de seducirme.
En fin, disfrutaba de su compañía y su coqueteo, estaba totalmente cautivado por aquel chico de cabellos negros, piel blanca como porcelana y ojos azules.
Sin embargo el tiempo paso muy rápido y aquel chico se marchó, dejándome como única información su nombre.
Si me hubieran dicho <<Ese chico será suyo esta noche, y mañana te matarían>> habría aceptado.
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