꧁[𝙁𝙖𝙡𝙨𝙤 𝙞𝙣𝙘𝙤𝙣𝙚𝙭𝙤]꧂ ❝𝘽𝙖𝙖𝙢𝙭𝙆𝙤𝙤𝙣❞

❝ ❴01❵ ❞

Exactamente eran las cinco con cincuenta de la tarde, un joven sentado sobre la bien cuidada hierba de aquel sencillo parque, cerca de su hogar.

Estaba admirando la magnánima tarde, antes de irse, talvez ya no tendría tanto tiempo como par darse ese tipo de lujos.

Extrañaría esas vistas tan lindas a sus ojos, se veía tan perfecto.

Pero, no todo es así.

Las vibraciones de su teléfono en uno de los bolsillos de su pantalón repentinamente hicieron su aparicion, ya era hora de volver.

-Adiós. . . -susurró dando una sonrisa al cielo. Con la esperanza que su madre lo viese donde quiera que este.

Era ya la caída del ocaso, y con este la llegada del crepúsculo.

Estaban yendo directo a la boca del lobo, como podría decirse.

Un Bogatti La Voiture Noire se estacionó frente a esa residencia de ensueño.

Del vehículo un joven salió de este y junto a él una dama de escarlatas centelleantes a la vista.

Aunque tratara de ocultarse, sus inervantes nervios carcomían al adolescente de demandante figura y rostro sutil.

-No lo olvides. Siempre la cortesía y con la vista al frente Baam.

-Claro Hwa Ryun-agasshi. H-Haré lo mejor que pueda, lo prometo.

-Ya te he dicho que no me digas así Baam, que haré contigo.-dijo en un murmuro, acariciando la mejilla diestra del más alto.

Ambos, ya decididos de acuerdo a lo que pasaría el día de hoy, sería simplemente el inicio de un futuro realmente próspero o talvez el peor de sus errores.

Un par de señoritas abrieron las puertas, dándoles la bienvenida con una sonrisas vacías, reverenciandolos al instante.

-Bienvenidos joven Jyu Viole Grace y señorita Hwa Ryun, acompañenme porfavor a ver al jefe de familia.

Comentó una de ellas esperando el claro asentimiento de los invitados, caminando de una forma firme y muy refinada para ser una simple mucama.

Terminaron por parar frente a un portón mucho más grande que el anterior ya visto, las sirvientas, apoyándose ligeramente de estas abrieron las puertas.

Dando a conocer el amplio y muy moderno interior del recinto.

-Bienvenidos a la humilde morada del clan Koon. -hablaron suavemente.

-Gracias -comentó la fémina acompañante.

A pasos lentos recorrieron lo que parecía ser un pasillo interminable.

Siguieron hasta toparse con el jefe de familia, quien con una exuberante sonrisa los recibió.

-Hwa Ryun ¡pero cuanto tiempo! Sigues viendote igual de hermosa y reluciente.