Todo parecía, no, se veía borroso, muy lejano.
Me sobé sutilmente mi mejilla derecha que aún seguía en la misma un ardor latente e incómodo que lamentablemente no pude dejar de lado.
Esta vez sí se había extralimitado con ese golpe innecesario.
Ya había hecho de mi cuerpo toda una mezclura de diferentes tonos violáceos y amarronados, en diferentes zonas claramente visibles.
Pero aún cabía la esperanza de ser libre.
De huir de este infierno al que había sido empujado desde mi nacimiento, tenía oportunidad y no pensaría en desaprovecharla.
Aún se me seguía la privación de alimento impuesto por mi padre desde la noche anterior.
Tampoco es el caso de un hambre voraz al punto de subirme en la locura, pero un si ese sentimiento de vacío perduraba.
Estaba tendido aún en mi lecho, mirando la finura de las paredes que protegían mi integridad y decoraban mi vista.
—Tengo que pensar en un refugio cuando salga de aquí...—susurró para si, jugueteando a su vez con su casi ondulado cabello.
Rio al recordar lo ocurrido el día siguiente de estar en casa del joven de vistosa y larga cabellera parda.
Y por el repentino susto provocado por el albino hizo que errara en la dirección de la aguja terminado a parar en uno de sus dedos. Y después de una pequeña sesión de primeros auxilios pasaron a tomar algo para el desayuno.
Nuevamente las tan dulzones y tentadoras tazas de chocolate caliente que caía excelentemente con el ambiente madrugador del momento.
Envueltos en sábanas aterciopeladas, charlando tan animada y amenamente de temas muy relevantes y curiosos para ambos.
Con los ronquiditos suaves de la única mascota como fondo de la conversación, tan grato momento que no dejaría pesar a su mente para nada en el mundo.
Sonrió por aquel simple recuerdo llevadero de la brisa dominante de ese día.
Suspiré.
Se sentía muy gratificante solo tener en su memoria la amplia y sincera sonrisa de su ya hyung.
—Viole-hyung... Ese nombre no queda para nada contigo. —reí por la idea, quien sea que haya tenido tan mal gusto no tenía por qué descargarse en ese chico.
Se recostó boca abajo al lecho donde reposaba, todo pensamiento fructífero se detuvo al oír el resonar de pasos afuera de la habitación.
Pisadas contundentes y firmes.
Tenía una idea de quien podría ser ese o esa intrusa, se hizo de esperar unos minutos y de repente cesó. De seguro para dar esa sazón de drama que nunca podía faltar en los miembros de su clan sin excepción.
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꧁[𝙁𝙖𝙡𝙨𝙤 𝙞𝙣𝙘𝙤𝙣𝙚𝙭𝙤]꧂ ❝𝘽𝙖𝙖𝙢𝙭𝙆𝙤𝙤𝙣❞
Fanfiction[𝙁𝙖𝙡𝙨𝙤 𝙞𝙣𝙘𝙤𝙣𝙚𝙭𝙤] 𝙰 𝚟𝚎𝚌𝚎𝚜 𝚜𝚞𝚎𝚕𝚘 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚎𝚗𝚝𝚒𝚛𝚖𝚎 𝚍𝚎 𝚜𝚎𝚛 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚘𝚢. . . Imperfecto y lleno de desgracias que no hacían más que derrumbarme día tras día. 𝙿𝚎𝚛𝚘 𝚎𝚗 𝚘𝚝𝚛𝚊𝚜 𝚖𝚎 𝚊𝚕𝚎𝚐𝚛𝚘, 𝚙𝚘𝚛...