Gloss & Color (Katie x Tom) /Hazbin Hotel/ +18

4. Algo bonito

Francamente, nunca había pensado que Tom tuviera algo "en especial" siempre me pareció un demonio bastante simplón (porque lo es) y de hecho, justamente eso, lo único que hacia era volver aun más confusas mis reacciones y volátiles pensamientos al momento de lidiar con él...aunque tampoco me haré la sensible empedernida, podía ignorarlo olímpicamente con suma facilidad a pesar de ser yo misma y de hecho, no dudo de que sea lo más importante, en particular porque, mínimo, al inicio así era; cuando me fue un poco trabajoso esquivarlos, fue la primera vez que me habló bien después de haber cogido hace una semana, denotando que había cambiado mi gloss Retro Matte Feels So Grand C46 por el ya viejo Retro matte lipstick.

—Se te ve bien ese color. — apenas lo escuché, ni siquiera lo pensé, pero levanté mi mano a tocarme nerviosamente un arete, aunque me di cuenta de ello de inmediato y contesté en un tono satisfactoriamente amargo.

—Cállate, eso ya lo sé. —seguí viendo mis papeles durante esa media hora, el equipo llegó y durante la primera mitad e incluso hasta la última nota pude mantenerme sin hablarle más allá de lo que debía. Al final del día fue cuando decidí quedarme porque hoy servían unas trufas que me gustan mucho y quería comérmelas todas en paz y no iba a detenerme solamente por un demonio pequeño de pinta graciosa, confiaba en que Tom se fuera... pero si venía a verme podría no quejarme...

No.

Ese pensamiento fue solo una ridiculez.

Sinceramente, por más que me gustara un hombre, nunca les hago mucho caso después de acostarme con ellos y eventualmente se van porque algunos entienden solamente cuando ya estoy con alguien más, así que no dudaba que Tom fuera uno de esos aferrados que piensan que con una vez me va a tener lo suficientemente interesada como para repetirlo, por favor.

Cuando acabó todo y el equipo estaba siendo recogido, me estiré en mi lugar y respiré para apenas terminar de recoger mi bolso rápidamente e ir a la parte de atrás. Sonreí de encanto por ver las perfectas bolitas blancas de galleta de coco y avellana, me llevé una a la boca y sentía que incluso respiraba mejor, y al verme sola, no perdí el tiempo para comer una más sin terminar la que ya tenía, apenas había tragado cuando de reojo vi a Tom ya a unos pasos de mí. Tomé otro bocado y le dediqué un gesto bastante seco.

—No comas, son mías.

—No te preocupes, no me gustan. — al fin saco una ventaja de su falta de gusto.

—¿Entonces por que no te has ido? — me llevé un par de esas trufas de coco a la boca, ugh, estaban tan buenas la puta que las pario.

—Espero a que todos se vayan. — hablé prácticamente con la boca llena.

—¿Eres idiota? Llevas aquí todo día. — le escuché soltar una breve risa y yo le miré muy mal en consecuencia justo después de pasar mi bocado.

—¿Qué da tanta risa? — él se exaltó un poco, pero se le pasó al contestar.

—Nada, es agradable verte comer.

—¿Ahora también tienes un fetiche por eso?

—Solo pienso que es bonito, ¿Ya no puedo mirarte y pensar que algo es bonito? — junté el seño y entreabrí los labios para hablar pero ningún sonido salió de inmediato.

—¿Y-Y-Qu-...? — no supe que pensar ante eso, me parecía una ridiculez, pero también me dejó la mente en blanco por un instante por su cambio de seguridad. Me llevé un par de mis dedos a la sien en un suspiro. —Escucha, Tom. Odio cuando los hombres dicen esas idioteces para tratar de joder, no vamos a follar y se acabó, ahora déjame comer.

—No te voy a decir que no pienso en eso, pero tampoco te echo mentiras, verte comer sí me parece bonito. — este sentimiento extraño por las cosas "lindas" que me lanza comenzaba a aterrarme, no es broma, y comencé a negarme yo sola.

—Para o... — ya estaba enojada, pero era extraño, porque era como si quisiera meterle un puñetazo a él, y otro a mí por haberme sentido halagada por algo tan estúpido como escucharle decir lo que dice. Tomó mi mano y yo se la retiré de inmediato y me puse extrañamente estúpida, no voy a perder mi carrera por un pene. Recuperé mi tono serio lo más rápido que pude. — N-No, escucha, Tom, no tienes la más mínima idea de con quien te estás metiendo así que ya no me hables así. Jamás. — demasiado amable para lo que suelo decir, pero en el fondo seguía algo aturdida. Me di la media vuelta y me fui sin comer más.

Hola, buenas noches queridos lectores y espero haya gustado esta cuarta parte, ya falta poco para terminar esta breve historia, por lo tanto, esto es lo más romántico que podrán encontrar en este clósetero fanfic, así que se lamenta la melosidad, banda 😔👌🍳

srrynotsrrysrllyso 

¡Hasta luego!