Vida Pasada #4

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- No mi señor, no me lo pida - dijo llorando Haku a los pies de Nabuko

- Esta decidido, te convertirás en una Geisha - dijo levantando al doncel

- No mi señor, yo solo quiero pertenecer le a usted - dijo llorando

- Haku, tu no me perteneces, quiero que seas feliz, te quiero así que hazme caso - dijo

- No quiero, no mi señor, si se va, lléveme con usted - dijo llorando

- Haku, es una orden, vivirás bien el la casa de Jiraiya, Sabuza cuidara de ti - dijo

- Mi señor, no lo haga - dijo Sabuza

- Es una orden, Sabuza tu debes de cuidar a Haku hasta con tu propia vida - dijo

- Pero mi señor............... - no termino

- Es mi última orden, no quiero que Menma los mate, así que váyanse, y sean feliz - dijo

Nabuko agarró un bolso lleno de monedas de oro  y se lo dio a  Sabuza y le dio un hermoso collar a Haku

- Es mi último regalo, Sabuza llévate a Haku ahora - dijo

La noche teñía y Sabuza llevaba a un doncel en un caballo, la casa de Geisha de Jiraiya era lejos, pero tendrían que llegar lo antes posible

Nabuko se adentro y vio a la mujer hermosa que estaba enfrente, la abrazo y la beso.

- Vete a casa Hinata, no quiero que seas una víctima de mi primo - dijo

- ¿Porque Nabuko-sama? - dijo con lágrimas en los ojos

- Lo amo, así como tu amas al sirviente de Sakura - dijo con una risa triste

Nabuko salió del establo hacia su habitación, todo estaba listo, había un caballo en el bosque esperando a que saliera, esa era la noche más linda que él había visto

Salió de la mansión dejando atrás todo por un amor, tomó el caballo en el cual llevaba unos kimonos y comida, al llegar al lago, ahí estaba Saruko dándole fuego a la casa de campaña que fue testigo de su primera unión

Nabuko subió a Saruko al caballo y cabalgó montaña arriba, él le había mandado una carta a su amada prima que decía dónde iba a estar, pues ella sabía muy bien lo que pasaba

Salieron de los territorios de sus tierras, bajaron la montaña y llegaron al templo por la tarde del siguiente día, la montaña era grande

- Estamos en casa - dijo Nabuko

- Nuestra casa - dijo feliz Saruko

Así empezaron a arreglar todo el lugar, pusieron sus camas, y ahí fue donde el amor creció cada día más

En cambio en las aldeas no era así, tras la fuga de los hijos de las aldeas todo era un caos, tropas buscando por aquí y por haya

Sakura ya estaba más que enferma de odio, y Menma no se quedaba atrás, y como la pelirosa lo dijo una vez, unieron fuerzas, la venganza había comenzado

Naruko temía y su ahora novia igual, todo era un absoluto caos, Naruko temía que en contrataran a su primo, pero temía más por su novia

Una semana había pasado de la fuga de los hijos de las aldeas, Saruko estaba lavando un lindo kimono

Nabuko había salido a cazar, todo era felicidad, en la casa donde Vivían, Saruko limpio y ordenó y se maravillaba al ver la hermosura que había cobrado el lugar

Había sembrado flores, algunas ya estaban saliendo de la tierra y otras no, los enormes árboles los protegían, el hermoso lago con la cascada y el agua correr, el sonido de los pájaros al cantar, era hermoso

Por Una Maldita ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora