Comimos en silencio. Nuestra mesa estaba en silencio mientras los demás de aquel gran comedor hablaban y reían, sus murmullos resonaban por todo el lugar.
Aquel fue la primera vez que sentí envidia.
¿Acaso alguna vez yo reí de esa manera con gente agradable a mi alrededor? ¿alguna vez conocí a personas agradables? ¿alguna vez fui así de feliz y despreocupada?
La envidia se hizo presente en mi, además de que no solo ellos reían y disfrutaban de sus estudios, de su formación. Sino que aunque estaban en guerra, tenían a algo o alguien, ya sea familia o amigos, que al volver los esperaban con alegría.
Yo no tenía nada. Lo único que recordaba escasamente de mi pasado era fuego. Un gran fuego. Un fuego de destrucción.
Al finalizar, nos escoltaron de nuevo a nuestras habitaciones.
Sentía que éramos como prisioneros, ya que todos los demás parecían ir a una escuela normal, con amigos y libertad. Aunque lo comprendía, éramos extranjeros, forasteros en su país, en su casa.
Por eso sus ojos no se desprendían de nosotros.
Al caminar por los pasillos, mi mente divagaba en lo reciente, en sus miradas, en la nueva vida que tendré aquí y si será fácil. Hasta que de repente choqué contra la espalda de Willow.
-General Lehmann- escuche a Elaine decir en un tono grave y fuerte.
Mire a todos extrañada, hasta que mis ojos observaron a un hombre alto, su rostro estaba serio, pero emanaba un aura de mandato, líder y respeto.
-Descanse Elaine- respondió él, para luego dirigirle una sonrisa. -Así que ellos son los rescatados- sus ojos nos recorrió con una sonrisa amable. Tenía que ser sincera, aquel hombre era apuesto, su edad debería ser alrededor de los treinta y tantos, pero su rostro se mantenía joven. Hasta que sus ojos se posaron en mí, y la sonrisa desapareció de su boca.
Inmediatamente algo se instalo en mi pecho, lo que hizo que mi respiración se acelerará, la cual fue en aumento cuando vi que se estaba acercando, con sus ojos fijos en mí.
Se detuvo frente a mí, sus ojos marrones me escanearon de pies a cabeza con una mirada que no supe descifrar. Había algo extraño en aquellos ojos, tal vez sea ¿rencor? ¿alivio?
Hubo un silencio incómodo, mientras todos los pares de ojos estaban colocados en nosotros.
Me sacaba una cabeza de altura por lo que tenía que inclinar mi cabeza para mantener su mirada.
- ¿Cual es tu nombre?- su voz sonó demandante, la cual me asusto. En aquel momento me sentí una tonta, débil la cual solo quería hacerse un ovillo en el suelo. Por lo que trague en seco.
-Aerith Veil- mi voz sonó débil, miedosa. Al parecer el General se dio cuenta de mi miedo, y aflojo un poco su porte.
-¿Edad?-
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Five. [Editando]
Science FictionEl mundo había caído en un caos irremediable, guerras por el poder habían tomado el control de todo lo sensato. Gobiernos cayendo y otros resurgiendo y sus medidas inhumanas para llegar a tal poder. Los Cinco eran experimentos, soldados en los c...