Bienvenido a la ciudad

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Era tradición en el aquelarre que cuando una bruja o brujo cumplía dieciséis años, llegaba el momento de obtener su primera escoba, salir de casa y conocer el mundo.

Baekhyun estaba ansioso por ello.

Había marcado los días en su calendario hasta el gran día, encerrandolo en un círculo.

El día de su decimosexto cumpleaños.

Aquella mañana, se levantó mucho mas temprano de lo habitual y saltó de la cama deseando que fuera medianoche para poder partir.

—¡Mamá!-Gritó mientras bajaba las escaleras.

—Ten cuidado o te romperas una pierna y no podrás montar una escoba en mucho tiempo.

El muchacho se detuvo y empezó a caminar cuidadosamente hasta llegar a la mesa.

—¿Dónde esta papá?

—Fue al pueblo a comprar algo.

—¿Una escoba?

—¿De verdad debes irte?—preguntó la mujer sentándose a su lado—no es obligatorio que lo hagas, ser un brujo de pueblo no tienen nada de malo.

—No vamos a discutir esto de nuevo.

La mujer suspiró y continuó su desayuno en silencio.

Poco después, la puerta principal se abrió. El padre de Baekhyun se sorprendió un poco al veo despierto tan temprano.

—¿Por que has madrugado?

—Hoy es un día importante.

—Hoy es el dia en que nos dejas.—comentó el hombre, en un fallido intento de hacer una broma.

Baekhyun miró su desayuno, buscando las palabras correctas para comversar con sus padres.

Los entendía, era difícil alejarse de alguien a quien amabas. A él tambien le dolía separarse de ellos y sentía miedo de empezar solo en un lugar desconocido, pero debía hacerlo.

Cuando el sol se ocultó, la celebración del cumpleaños de Baekhyun empezó. Brujo y brujas vecinos llegaron a despedirse de él, y cuando la noche llegó a su punto álgido, su padre le entregó la escoba que lo acompañaría en su viaje.

Baekhyun esperaba recibir una escoba nueva, como las que vendían en el pueblo, pero las lágrimas escaparon de sus ojos cuando su padre le entregó la suya.

—Es tu momento de empezar tu gran aventura.—le comentó.

—Por favor, escríbenos siempre que puedas—pidió su madre.

Baek abrazó a sus padres y luego corrió hacia la colina más cercana para emprender su vuelo. Su madre lo siguió, obligándole a llevar con el una gran provisión de comida.

—Alimentate bien, por favor.—le pidió besando su rostro por última vez.

—Adiós madre—se despidió antes de elevarse y empezar su viaje.

Desde las alturas, su pueblo se veía más pequeño de lo que era. Una bruja que alguna vez se detuvo en el pueblo le habló de la gran ciudad y sobre lo grande y pintoresca que era. Ese era su destino, quería ver con sus propios ojos aquello de lo que esa bruja le había hablado.

Pasaron muchas horas de vuelo,  viendo sólo copa de árboles y el mar,  hasta que cerca a el amanecer, cuando sus ojos empezaban a cerrarse, pudo ver luces a lo lejos. La ciudad debía estar cerca. No importaba desvelarse unas cuantas horas más si eso le permitía apreciar la ciudad desde temprano.

Cuando estuvo cerca, ya había amanecido y las personas recorrían la ciudad, convirtiéndola en un lugar fascinantemente bullicioso y desordenado a los ojos de Baekhyun.
Descendió un poco para poder apreciar mejor el lugar.

Baekkie in the city [Chanbaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora