VALOR: YUTO SHIPPUDEN [PAUSADA]

47.- ¡El escondite de la serpiente!

Okey, después del desmadre, Sai desapareció y nos abandonó. Así que a fuerzas fuimos a seguir con la misión, ahora estamos entre montones de rocas ya que Yamato cree que por aquí se esconde Orochimaru. Yo sigo preocupandóme por Sai, puede haber algún pervertido y no quiero que le pase nada U_U.

—La guarida debe estar detrás de esta estructura rocosa.

—¿Será que después de mucho lo encontramos?—Preguntó Naruto.

—Según oí, Orochimaru tiene muchas otras más guaridas, puede estar en cualquiera—Afirme.

La imágen de Sasuke pasó por mi mente por un momento, trague duro al recordar que fui yo quien lo ayudo a escapar.

—Pues vamos por mi amorcito, órale—Dijo Sakura.

—¡Si! Vamos por Sasuke.

—Esperen un momento—Yamato los detuvo.

Yamato tocó la espalda de su clon y....

....

¿Acaba de convertir a un clon suyo en una semilla?.

—Naruto, cómete esto.

—¿Tiene toxinas? ¿Es droga? ¿Tiene efectos secundarios?—No dejaré que me metan algo así a Naruto.

—Tranquilo mi pana, no es nada malo—De su otra mano sacó otras semillas—Ustedes también, Sakura, Yuto-Senpai. En caso de que nos separemos, podré encontrarlos fácilmente.

—Pinche semilla culera—Mire la semilla para luego tragarme, osea, si puedo tragar esperma no veo porque no una semilla.

Mis compañeros hicieron lo mismo.

Luego Yamato hizo un Jutsu con el que abrió un hoyo en la tierra

—Bien, Yuto-Senpai, entremos—Yo asentí poniéndome la máscara— Ustedes entrarán luego, en el orden que yo diga.

Yamato y yo saltamos hacia el hueco, cayendo en una superficie plana, parecía seguro, di un silbido avisando que estábamos bien, Sakura bajó y luego lo hizo Naruto.

—Como pensé, la guarida está rodeada de un muro de roca.

—Puedo destruirlo con el Rasenkai.

De mi mano derecha empezó a salir pequeñas flamas azules.

—Sería más efectivo el Rasengan.

—Naruto no seas pendejo :v no utilizaremos ninguna de esas técnicas, con el ruido sabrían que estaríamos aquí.

Yamato utilizó su técnica de madera, convirtiendo uno de sus dedos en un bloque de madera, haciendo un hueco en la pared.

—La entrada será silenciosa. Eso es todo.

—Supongo que tendremos que tener la más mínima cantidad de chakra posible, no queremos que Orochimaru nos descubra—Me rasque la nuca.

Pasamos por el hueco entrando a la guarida.

—Okey ahora debemos encontrar a Sai y...

Me acerqué a una puerta al sentir un chakra conocido.

—¡Sai! ¡Deja de jalartéla y ven a abrirnos!.