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Maple sonrió brillantemente mientras preparaba los pasteles para el día. Por lo general, en algunos días, los horneaba, luego dejaba que Clark tratara con los clientes mientras ella volvía a casa y descansaba un rato, volviendo las últimas horas de la noche para cerrar la tienda y renunciar a Clark de sus deberes. Sin embargo, debido al reciente vandalismo en los escaparates de su tienda, Maple decidió quedarse todo el día. Incluso con Clark siendo un hombre y los típicos estereotipos de "los hombres pueden manejar los suyos", ella se aseguraría de que se fuera a casa a salvo.
Maple sostenía un teléfono entre el hombro y la oreja mientras agitaba una masa para los eclairs. "Lo siento, Eddie, llegaré tarde a casa, así que no puedo asegurar que habrá algo a base de chocolate para V esta noche".
Hubo crujidos en el otro extremo. "¿Qué?" vino la voz de Venom. "¿Por qué no?" El simbionte comenzó a quejarse.
Maple se rio entre dientes. "Tengo todo el día en la panadería. No dudes en pasar por aquí, pero no puedo asegurarte que habrá pasteles de chocolate al final de la noche".
"Estamos llegando ahora".
Maple rio. "Ni siquiera he abierto la tienda todavía. Nada está hecho".
"Llegaremos en unas horas".
Maple sonrió. "Muy bien, muchacho grande. Estoy deseando que llegues. Buena suerte con el trabajo, Eddie".
"Gracias", dijo Eddie. "Nos vemos más tarde."
"Nos vemos."
Maple y Eddie, tal vez Venom incluido, no estaban saliendo. A Maple simplemente le gustaba hornear para Venom, y tal vez a ella siempre le gustaba cuando el la abrazaba, pero no lo admitiría tan abiertamente. Ella no iba a mentirse a sí misma. Le gustaba bastante Venom, incluso más que Eddie, pero no se lo mencionaría a nadie. Era un secreto que intentaría, con su mejor esfuerzo, llevar a la tumba.
Terminó de mezclar la masa, luego los colocó en una bandeja, deslizándolos en el horno precalentado. Ella se movió sobre el relleno, agarrando los ingredientes necesarios para ello. Clark salió del cuarto de atrás, agarrando ingredientes para los cuernos de crema. Salió de la habitación con un brazo lleno de ingredientes.
"¿Era ese venom?"
Ella tarareó un sí. Clark puso los ojos en blanco, colocando su estación justo detrás de Maple. Los dos trabajaron consecutivamente.
"Fóllalo ya", aconsejó Clark.
Marple se rio. "¿Crees que no quiero?"
Él arrugó la nariz con disgusto. "No pensé que lo admitirías tan rápido".
Maple se encogió de hombros, dejando a un lado el relleno para trabajar en la guinda. "Imagina lo grande que es".
"No no no", Clark interrumpió. "Pensaré mejor en mi encantador novio".
