DEAR JAEMIN;

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Querido Jaemin;
Aún recuerdo la primera vez que hablamos. Cuando nos conocimos. Aunque yo ya te conocía. Te vi entrar al bar, junto a Mark y Renjun y se me anudó el estómago. Estaba tan alcoholizado esa noche que intenté esconder mi cabeza entre mis brazos e ignorar incluso que yo mismo estaba vivo.
Lamento tanto las circunstancias de nuestro primer encuentro, y también lamento que he sido deshonesto contigo tantas veces.
Estaba tan borracho esa noche, que todo lo que recuerdo después de verte entrar es a Mark y Renjun diciéndole al chico de la cantina, Johnny, que me conocían mientras me arrastraban afuera del establecimiento medio despierto medio inconsciente.
Recuerdo que ayudaste a Mark a subirme al auto. Caí sobre ti en el asiento trasero, tu cabello me hizo cosquillas. Tu perfume acabó por anular mis sentidos.
Por si te lo estás preguntando ahora, mientras lees esto, sí. Siempre he creído que eres incluso demasiado bonito para tu propio bien.
Recuerdo el rostro impactado de Mark y a Renjun repitiendo "¿Qué le pasa?" Una y otra vez. Tu sólo me miraste y dijiste "Deberíamos llevarlo a su casa".
Fuiste tan amable Nana. Siempre lo has sido. Y aún sigues siéndolo.
Mark se quejó, porque esta era su última noche en este andrajoso pueblo antes de irse al extranjero a estudiar, mientras que Renjun pretendía volver a China a la universidad. Siento mucho haber arruinado sus planes. Mark y Renjun eran muy agradables. Algunas veces charlabamos durante clases. ¿Sabes? Siempre fui un poco difícil de llevar. Realmente no tuve amigos en la escuela, lo más cercano que tuve a eso fueron esos dos chicos ¿Aún sabes algo de ellos? Jamás te lo pregunté. Quizás porque nunca hablamos de ésta noche. Pero ahora probablemente estás a la distancia suficiente para que un cobarde como yo pueda decirte todas las cosas de las que nunca antes se atrevió a hablar.
Nunca me atreví a hablarte de esto, tal vez porque si lo hacía era volver a esta noche y no quería asustarte de nuevo. Era doloroso afrontarlo, por ti, y por mí.

La tarde del viernes que nos conocimos, mi madre aún estaba en el hospital, recuerdo haber pensado ¿Qué pasa si no despierta? Me daba miedo estar sólo. Aún no cumplía veinte años. Ella había intentado matarse y egoístamente en todo lo que yo pensaba, era que tal vez, no podría soportar otro abandono.
Mi padre se había ido un mes atrás, simplemente tomó sus cosas, todo nuestro dinero, incluidos mis ahorros para la universidad, se subió al auto una noche y nunca volvió. Mi madre solía decirle a las personas que estaba en un viaje de negocios, fue una mentira dificil de mantener cuando vinieron a embargar algunas de nuestras cosas.

Ahora todo eso me parece bastante gracioso.
Creo que a mi padre le dolía que nunca fui demasiado atlético, muy callado, con estos enormes lentes y camisas de leñador.
¿Aún te gustan? Quizás deberías haberte llevado algunas.

Para la noche, habían logrado estabilizar a mi madre. Una enfermera se acercó a mí y me dijo que fuera a casa a descansar con una mirada que más adelante reconocería en otros, incluso en ti. Lástima.
Es obvio que no fui a casa a descansar. Jamás había bebido antes, y creí que era una muy buena idea. Esa noche finalmente acepté que nunca iría a la universidad, que jamás dejaría de ser un poco raro un poco tonto, que mi vida tal vez jamás mejoraría y debía ocuparme de mi madre suicida. Me pregunté si todo esto era significativo de alguna manera.
Era claro para mí, en ese entonces, que el chico que había sido hasta ese momento, esperanzado y paciente por su gran momento en la universidad nunca llegaría a existir.

Nunca tendría un gran momento y probablemente la relevancia de mi vida en este mundo era nula.

Entonces te vi entrar al bar.
Me pareció extraño porque sabía que aún no terminabas la escuela. Tenías diecisite aún, lo sé. Antes de graduarme solía verte con Mark y Renjun. Parecía tan divertido hablar contigo, las personas se reían a tu alrededor. Muchas veces antes de esa noche había fantaseado con besarte, hablarte, simplemente estar cerca de ti. Todos a tu alrededor lucen cómodos, quizás porque eres demasiado agradable a la vista también. Pero no es sólo eso, lo supe cuando te conocí. Eres increíble Jaemin.
La manera en la que dices las cosas. Tu risa, tus cambios de humor. La sincerdidad cruda contrastada con la delicadeza asfixiante. Tus enormes ojos marrones y como brillan cuando realmente estas entusiasmado. Odias hablar del dolor, de la pérdida y la muerte, porque jamás las has visto de cerca. No sabes cómo lidiar con tu dolor, pero quieres lidiar con el del resto.

Jamás voy a sentirme de esta forma con nadie más. Es desgarrador para mí, y si te tuviera en frente, es probable que intentara detenerte, se qué puedo ser patético y prefiero ahorrarme la pena de pedirte que te quedes.
Espero que comprendas que no quería despedirme de ti.
Simplemente era demasiado doloroso.

Tu voz sonaba lejana y reconfortante cuando le dijiste a Mark: "¿Sabes dónde vive?". El auto se puso en marcha. Cuando llegamos a mi casa me ayudaste a bajar y te sentaste conmigo en las escalerillas desvencijadas del porsche.
Recuerdo la manera en la que la luna iluminaba tu rostro y que sentí que moriría si no te besaba.
¿Por qué te quedaste conmigo? ¿Por qué no me dejaste ahí y te fuiste con Mark y Renjun?
Estuviste allí viendome llorar y acariciaste mi cabello. Recuerdo que me dijiste : "Por Dios ¿Quién te hizo esto?".
Todo tu cuerpo se tensó cuando finalmente te besé. Tus labios eran suaves, tu perfume agradable. Estaba ebrio y deshinibido y todo lo que quería era probarte. Sé que mis manos estaban frías cuando las metí debajo de tu ropa ¿Por qué no me apartaste? ¿Porque me dejaste hacerte eso? Tu piel, suave y cálida bajo mis manos. Estaba aplastandote sobre el escalón y aún así abriste la boca cuando mordí tu labio inferior. Tal vez estabas asustado, pero recuerdo el sonido que hiciste cuando bajé a tu cuello, tu abdomen se contrajo debajo de mis manos. Descanse mi cabeza sobre tu hombro y me quedé dormido. ¿Qué fue lo que te dije antes de quedar inconsciente? No puedo recordarlo.

A la mañana siguiente el sol me golpeó la cara, estaba recostado con la espalda en la puerta de la casa. ¿Me arrastraste hasta allí, verdad? Ya no estabas y supe que tal vez lo único bueno que alguna vez podría haberme pasado, lo perdí.

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LOST CHANCE : NOMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora