El día anterior...
Él siempre ha estado conmigo, es como un mejor amigo, sólo que a él nunca lo he visto como a mis compañeros de la escuela o vecinos. Siempre me habla cuando no hay nadie, pero las demás personas nunca pueden escucharlo. Hice la prueba una vez con mamá en casa, no lo escuchó.
—¿Por qué venimos al parque? No te gusta estar aquí —. Él me conoce muy bien.
—Mamá, quiere que salga a jugar con mis amigos...
—Pero tú no tienes amigos, Ivy.
—Te tengo a ti.
Estábamos en el parque que estaba cerca de mi casa, este siempre estaba lleno de niños porque era el único de este lugar. El parque era grande y estaba rodeado de un bosque, ahí solía ir con mi mamá porque a mí me gustaba. Actualmente mamá trabaja mucho, así que me dejaba ir sola porque siempre estaban sus amigas ahí, y ellas me cuidaban de lejos.
Yo no era buena haciendo amigos, los demás niños se burlaban de mí. Él siempre me decía que me defendiera, que no me quedara callada, pero no soy tan valiente. Entendí que se burlaban de mí porque me vieron hablando "sola" y decían que estaba loca por eso.
Así que estaba tan concentrada pensando en eso, que no me fije que había alguien al frente y me choque. Caí al suelo por el impacto, miré arriba y me encontré con el rostro de un hombre algo viejo. Él me dio la mano para levantarme y la tomé, luego me limpié el vestido.
—¿Quieres unos dulces? —dijo el señor —. Es mi disculpa por chocarte, lindura.
—Mi mami dice que no debo recibir cosas de extraños...
Su rostro me parecía conocido. Recordé que era el señor que se la pasaba en el parque, era muy bueno con los niños. Les daba dulces si se portaban bien. Pero mamá me había advertido que no debía aceptar nada de nadie, más ahora porque hace unos días había desaparecido una niña de mi escuela.
—Ella no se enterará. Ven conmigo, tengo un lugar lleno de dulces.
Por un momento pensé que no era mala idea, ha pasado tiempo desde que mamá no me compraba dulces porque decía que me darían caries. Pero mamá se va a enojar cuando se entere que me fui con un desconocido. Estaba pensando una excusa para decirle que no al señor, cuando de repente escuché el susurro de mi mejor amigo en mi oreja.
—Ve con él, Ivy —Su tono de voz era distinto, me dio miedo así que le hice caso. Tomé la mano del señor y lo seguí.
No pasó mucho para que nos adentráramos al bosque del parque. Las amigas de mi mamá no me vieron, así que estoy a salvo. De pronto, el señor se detuvo y me miró.
—Hey, me gusta tu vestido... A mi hija, le encantan los vestidos. ¿Podría verlo de cerca para ver la talla? —preguntó y me jalo de la mano. Se acerco y empezó a alzarlo. Yo me alejé antes que me tocara.
—No quiero... No me toques. —le dije.
—¡Debes quitarte la ropa! —ordenó él cerrando los ojos. Aproveché ese momento y me alejé de él.
He venido muchas veces a este bosque con mamá y Thiago. Hay tantos árboles en donde te puedes ocultar. Así que eso fue lo que hice, y le susurré a mi amigo que me ayudara.
—Ha dicho que no. —se escuchó una voz más gruesa, no es la voz del abuelito.
Él abrió los ojos de par en par mirando a su alrededor con miedo. ¿Pudo escucharlo también? Pero a su alrededor no había nadie, por lo menos no que él pudiera ver. Una risa se escuchó de repente, seguido de un: "Es hora de jugar".
Al escuchar la voz él corrió intentando escapar de quien se tratase. Mi amigo me dijo que lo siguiera, pero que él no me viera. Luego de un rato de perseguirlo, escuché un golpe; el señor se había caído por un barranco. Mi mamá siempre me advertía que tuviera cuidado con ese lugar.
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❝ 𝑻𝒉𝒆 𝑽𝒐𝒊𝒄𝒆𝒔 ❞
Misterio / Suspenso¿Alguna vez te ha pasado que escuchas que te llaman, pero no es nadie? Pues presta mucha atención, porque puede estar queriendo hablar contigo. Las personas le han puesto muchos nombres para explicarlo como: fantasmas, voces del más allá, amigos ima...