••Capitulo 4••

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―Adelante― Dijo con voz cansada
________ entro por la puerta y no pudo evitar pasar
los ojos por toda la recamara de su esposo.
Realmente era hermosa era dos o más veces más
grande que la suya, era más que obvio que a Justin
le gustaba tener espacio para caminar. ― Oh... veo que has venido― Dijo el
incorporándose― Dime cuáles son tus razones para
no ir al viaje conmigo
Respiré profundamente
― Ninguna, he cambiado de parecer, si iré contigo―
Había decidido seguir el consejo de Dora Justin estaba totalmente sorprendido, jamás pensó
que ella cedería tan fácilmente.
― ¿Por qué? ― Quiso saber el
― Te molesta el hecho de que no quiera ir... y si
cambio de opinión... también te molesta. Realmente
no te entiendo, Justin, El soltó una carcajada
― El vuelvo sale a las 7:00... por lo que ya te
imaginaras a qué hora debes levantarte. No necesitas
hacer maletas... solo tu presencia
― ¿Será un viaje de ida y vuelta?― Pregunté con
entusiasmo ― No, de hecho permaneceremos haya durante dos
semanas― Puso sus brazos detrás de la nuca y se
recargo en la cabecera de la cama
― Dos semanas... es mucho tiempo como para no
llevar maletas.
― Te comprare ropa y todo lo que quieras en Hawái... el clima es impredecible, por eso.
― De acuerdo, bueno me retiro―
― No tan rápido― Dijo Justin dando una palmada en
la cama.
Me quedé paralizada, di media vuelta para quedar de
frente a el ― Hoy es nuestro primer día como casados y me
gustaría que... me acompañes un momento.
Sentí como la sangre se me acumulaba en mis
mejillas.
Justin no tenía ninguna mala intención, como las
que ella estaba pensando... el solo quería divertirse un rato haciéndola sonrojarse.
― Así que ven a ver televisión un rato― Dijo el
riendo debido a mi expresión facial.
Me relajé y deje caer los hombros. Camine hasta la
cama y me senté en la orilla.
― ¿Qué te apetece ver? ― Preguntó mientras día la televisión
― Lo que tú quieras está bien―
― ¿Estás segura de ello? ― Preguntó el con tono
sensual
Ella pudo sentir como sus pies comenzaban a
temblar, no había duda alguna estaba nerviosa y asustada. Se puso de pie y observo la cara de
diversión que Justin tenía.
― Solo bromeo... es divertido burlarse de los débiles... como tu― Dijo él mientras cambiaba de
canal― No pienso obligarte a nada... tu sabes a lo
que me refiero Me sentí terrible
― Ahora toma asiento y dime qué quieres ver―
― Me gustaría una película― Dije al fin
― Bueno, entonces abre ese estante― Lo señaló―
Tengo alrededor de 200 títulos para escoger
Cuando abrí el estante me di cuenta de que Justin no exagero cuando dijo que tenía alrededor de 200
títulos... pues posiblemente tenía 300.
Elegí 50 First dates
― Buena elección, Adam Sandler es un maravilloso
actor― Dijo Justin mientras introducía la película en
el reproductor. ― Al menos tenemos gustos parecidos en películas―
No negaré que cuando la película comenzó, me
sentía incomoda pero conforme los minutos pasaban
tomé confianza y hasta me recosté en la cama.
Justin no paraba de reír... su risa era cálida y
graciosa, en ocasiones me provocaba más risa la manera en que el reía que la película. Pero cuando
faltaba poco para que terminara, no escuche más a
Justin, supuse que había dejado de prestar atención
a la película y ocupado su atención en algo más,
como el viaje del día siguiente.
La película termino, me puse de pie y miré a Justin... para mi sorpresa, el se encontraba dormido.
Su rostro lucia tan diferente... tan tranquilo, sus
parpados descansaban y pude notar que su boca era
pequeña y bien definida.
Fui a mi habitación, a pesar de que él me había dicho
que no hiciera maletas, decidí hacer una... pues no quería que el gastara dinero en mi. Cuando acabe de
organizar todo para el viaje, fui hasta su habitación y
note que aun dormía... solo que había girado su
cuerpo hacia el lado izquierdo. Se vía tan apacible...
parecía un niño pequeño.
Abrí el closet y me encontré con una gran cantidad de ropa, desde trajes sastres hasta unos jeans
demasiado casuales. Pensaba que solo las mujeres
acostumbraban tener toneladas de ropa, pero al
parecer estaba equivocada.
Tome solo ropa cómoda, dos pares de calzado, unos
tenis y unos zapatos. Abrí un cajón y encontré sus calcetines, decidí tomar 5 pares... luego abrí el otro
cajón y me encontré con sus bóxers...solté una risita
y al mismo tiempo sentí como me sonrojaba. De
ellos solo tome un puño y salí de la habitación. Ya en
mi habitación me puse a doblar las prendas para que
cupieran en la maleta que quedaba vacía. Había llegado a casa con dos maletas grandes, que Justin
me había reglado días antes. < Para que lleves a
casa algo de tu ropa> Me había dicho.
Tarde media hora en organizar su maleta, pero
cuando al fin acabe mire el reloj y eran las 9:00 de la
noche... el llevaba dormido aproximadamente 2 horas. Fui a la habitación para ver si había
despertado... pero no era así. Toqué su frente para
asegurarme de que no estuviera enfermo o algo así,
pero él se encontraba en perfecto estado.
Le quite los zapatos y desabroche el primer botón de
su camisa... aun llevaba puesta la misma de la boda. Tome una cobija del closet y lo tape. Como pude
acomode su almohada, la cual ya estaba casi en el
suelo. El comenzó a moverse y entreabrió sus ojos.
― Tranquilo, descansa― Le dije mientras daba unas
palmaditas en su hombro.
De inmediato el cerro sus ojos, estaba bastante cansado.
Apague las luces y baje a la sala, ahí se encontraba
Dora viendo la televisión.
― Hola Dora― Dije sentándome a su lado
― _______, no te había visto en un buen rato―
― Estaba haciendo las maletas... y antes de eso pase un rato con Justin, viendo una película― Le
sonreí.
― ¿Y dónde está el? ―
― Se ha quedado dormido... ya lo eh acobijado ―
― Que buena eres, la noche está fresca, si no lo
hubieras hecho el pobre hubiera pasado frio― ― Si― Solté una risa― Iré por una manzana y
después me iré a dormir, mañana saldremos muy
temprano de aquí.
― Me imagino, será mejor que Justin haya puesto
su alarma, si no, no se levantara―
― Yo pondré la mía, por si acaso― Le sonreí― Bueno hasta mañana Dora―
― Que descanses― Dijo ella con una sonrisa.
Fui a la cocina por una manzana, luego subí a mi
habitación y después de tomar una ducha me
entregue a los brazos de Morfeo, aun cuando apenas
eran las 9:45 de la noche. Justin despertó a las 5 de la mañana, había tenido
un sueño demasiado placentero, cuando se dio
cuenta de que aun llevaba la ropa del día anterior
tallo sus ojos mientras trataba de recordar porque. Ni
siquiera recordaba haber tomado una cobija, mucho
menos quitado se los zapatos. Y fue entonces cuando recordó la imagen nublosa de ________,
cuando le acomodaba las almohadas.
― Al menos tuvo compasión de mi― Dijo
levantándose de la cama mientras caminada derecho
al baño.
Una vez que estuvo listo, salió de su habitación con celular en mano y fue a la de _______. Abrió la
puerta con sumo cuidado pero solo se encontró con
una cama tendida y vacía; supuso que estaría abajo,
así que con paso rápido fue escaleras abajo y se
encontró con dos maletas al pie de la puerta.
_______ salió de la cocina con una leve sonrisa ― Te has levantado― Dije mirándolo― Y arreglado.
¿Has dormido bien?
― Te ordene que no hicieras maletas― Me reprochó
el
Jamás pensé que le molestaría tanto, después de
todo yo solo quería evitar que gastara dinero. Aunque en el fondo también lo había hecho con la intención
de que se molestara por el hecho de desobedecer
sus órdenes.
― Lo lamento, yo...
― No― Dijo el acercándose a mi― Discúlpame tu a
mí. Esos no son los modales que me inculco mi familia. Sí, he dormido bien... gracias por la cobija―
Dijo con una media sonrisa.
― De nada― Asentí
― Dora, ¿Alan puede llevarnos? ― Pregunto Justin
mientras agarraba una de las maletas
― Por supuesto, de hecho ya esta esperándolos en el coche.
― Bien― Justin tomó la otra maleta
― Déjame ayudarte― Corrí hacia el
― No― Negó con la cabeza― ¿Pero por qué dos maletas?
― Una es tuya... espero que no te moleste el hecho de que haya inspeccionado tu closet― Mis mejillas
se tiñeron de rojo.
― En lo absoluto, gracias...ahora vámonos― Giró
hacia Dora― Nos vemos en dos semanas, Dora
― ¡Que tengan un buen viaje! ― Dijo agitando su
mano ― Gracias― Le sonreí.
No acostumbraba mucho a viajar en avión, siendo
honesta solo lo había hecho dos o tres veces. Pero
esta vez fue la peor de todas. Para empezar, era
demasiado temprano y a pesar de que no tenía
sueño, cerraba mis ojos a manera de relajación. Justin no cruzó palabra conmigo, salvo cuando me
pregunto si deseaba algo de beber o comer.
El viaje fue largo, pero al fin bajamos del avión
― ¿En qué hotel nos quedaremos? ― Pregunte
mientras trataba de seguir el paso de Justin
― En ninguno. Nos quedaremos en mi casa

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⏰ Última actualización: Dec 21, 2014 ⏰

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