Casado jamás

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Después del choque el chico se escapó, el tuvo que esperar a la grúa y la aseguradora, llegó tarde a la oficina, no había buscado hotel o ropa, después de todo, volvería a esa casa con alguien que estaría en la cocina haciendo algo delicioso, ya se le habría pasado el berrinche.

Tuvo que pagar un taxi para llegar, las luces encendidas, su estómago se anticipaba a una deliciosa cena. Entro, de verdad olia delicioso, el chico cantaba alegremente, apenas escucho el ruido de la puerta se giró, no había sonrisa, pero tampoco pánico, ¿Era buena señal? Se aflojó la corbata, mientras se sentaba.

-¿Que hay de cenar?- pregunto mirando al otro, dió un pequeño saltito, "lindo", se formó en su mente. El chico busco algo en un cajón, después algo en el refrigerador.

-Aqui, prepara tu propia comida...- le dió una sopa instantánea y una botella de agua, estaba de broma, ¿No?

-Pero...- no lo dejo terminar, se regreso a la cocina, llevando consigo la cacerola entera, no había arroz ni guarnición está vez.

Zhan lo ignoro, sacando su cuchara, soplando a la comida, su mano vendada y una botella de agua al lado.

El aroma era delicioso, Yibo quería probar esa comida

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El aroma era delicioso, Yibo quería probar esa comida. Pero el otro no compartiría, de mala gana fue a calentar agua para su sopa.

Zhan había ganado una batalla, pero era mucha comida, guardaría y la repartiría mañana. Yibo solo veía ese guiso y su estómago gruñía. No lo terminaría, podía buscar un poco después.

Zhan dejo la mitad de comida en la cacerola, la vacío en un recipiente, etiquetó el recipiente y lo guardo. Yibo picaba su sopa sin querer comerla.

-Yo dormiré en mi cama, tu... Dónde quieras...-

-Yo dormiré en la cama...-

-Yo llegue antes, es mi cama...-

-Yo pagaré, es mi cama...-

-No has pagado nada, duerme en el piso...- el chico comenzó a subir, no, Yibo quería la cama, corrió detrás al verlo correr Zhan tambien corrió, ambos llegaron a la cama, peleando por entrar a la cama antes. Zhan lo pateo, logrando apoderarse de la cama.

-Con que así lo quieres conejo...-

-no me pongas apodos raros...-  le grito, tomando una almohada como arma. Yibo tomo una toalla que estaba sobre una silla, comenzó un pelea, golpes y maldiciones se intercambiaban, hasta que Zhan lo venció magistralmente enrollandolo en su propia arma (toalla) y arrojándolo al borde de las escaleras.

-Bien, llamaré al abogado, verás que esto no puede ser así...-

Ambos esperaron al abogado, un poco desconcertado por ser llamado en plena noche.

-Digame abogado, está es mi casa...-

-Es de los dos... pero yo llegue antes...-

-jovenes, calma, por favor... Es verdad que la casa es e ambos... Pero usted señor Wang dijo que no la necesitaba.

-pero ahora la necesito...-

-entiendo, pero ambos son igual dueños y están en el mismo derecho...-

-si, pero yo no tengo a donde ir, deje mi apartamento, el dinero que tenía lo he invertido aquí...-  Aclaro Zhan un poco triste por el resultado. No era lo que quería. Quería que Yibo se fuera.

-Si, me lo explicó señor Xiao, y yo le dije que no había problemas... No pensé que el señor Wang se presentará tan negativo...-

-Yo no soy negativo, está bien si quiere quedarse, pero yo tengo más derecho...-

-Señor Wang, no es así... Por favor, entienda, ambos tienen el mismo derecho, después de un año, podrán vender la casa y tomar su parte correspondiente o venderla a la contra parte...-

-No pienso venderla, es un patrimonio...- Zhan se opuso de inmediato, Yibo tampoco quería ceder.

-Bien, me pagas mi parte y ya...-

-Yo, yo soy un estudiante, me opongo a venderla o pagarte por ella...-

-Pues yo la pienso vender-

-Señor Wang, sin la firma del joven Xiao no puede vender...-

Dos horas sin llegar a nada, el abogado aburrido se marchó. La batalla comenzó en ese momento. Zhan se fue arriba, jalando la cama a la ventana.

-Si quieres una cama... Compra la tuya...- le grito, acostándose en la cama

Yibo paso la noche en el sofá, espero a que pasará un poco de tiempo para atacar la nevera en paz. Cuando considero que era tiempo avanzo, abriendo la puerta, cada trasto tenía una etiqueta con la comida que contenía, muchos solo eran ingredientes, ¿Dónde estaba el guiso?

Abrió cada trasto, nada, había desaparecido, entonces vino a su mente cuando el chico le ofreció agua al abogado... Y luego se fue, quería llorar, su comida estaba en camino a otra casa. Cansado se fue a dormir, apenas cerraba los ojos comenzó el escándalo, miro su reloj, cuatro de la mañana. El chico movía todo, se cubrió con su saco la cabeza, ese malvado ni una manta le dió.

El ruido paro, para dar paso a otro, la máquina de lavado, ¿Que tanto podía lavar ese niño?, No durmió en absoluto, llamo a Zhu Li, necesitaba ayuda, este era su plan para matarlo y quedarse la casa.

-Y eso es lo que pasó...-

-ha, amigo, eres un tarado...-

-¿Yo?-

-No, el otro amigo imbécil que hace enfadar a su amor...-

-amor, ¿Que amor?, Ese niño es un mal educado...-

-Tu eres el mal educado, te dió amabilidad y prácticamente le dijiste "se mi sirvienta a cambio de que te deje vivir aquí"-

-Yo no dije eso...-

-Bien, pero lo diste a entender, claro que está furioso...-

-Pero no estoy enamorado...-

-Claro, una pregunta, ¿A cuántas de tus novias les has encontrado u parecido animal tan rápido?-

-¿Parecido animal?-

-Le dijiste conejo...-

-Si, bueno, parece uno... Con esos grandes dientes al frente, cada vez que sonríe... Cuando sonrie, tan feliz, parece un conejito... Y es tierno, cuando no me golpea, tiene un aura tan pura... Inocente-

-¿Ves?, Estás enamorado... Creo que caiste por el desde el primer bocado...-

-¿He?-

-Amigo, a un hombre se le conquista por el estómago... Y a ti, ya te ha domesticado, mira que hasta robarle el bocado a Zhu Li...-

-Eso fue...-

-admitelo, te gusta ese chico... Que desgracia, todas las que van detrás tuyo lloran... Dejas el club de solteros, ve a dónde el contador, anda, ve a hablar de cosas de esposos con alguien casado-

-No, no, casado, jamás, el matrimonio es una tumba, yo aún quiero vivir...-

-Aja, pero bajo el techo de ese "conejo", ve con calma león, tu esposa suena delicada...- una carcajada escapó de sus labios, es que nunca antes había visto a su amigo tan miserable, se moría de ganas por conocer a la persona que lo ponía tan mal... No podía ser tan bueno, ¿Verdad?

Bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora