Sin palabras

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Yibo llegó temprano, acompañado de Xiao Zhan, era el día del tiraje, debía llevarlo a dónde lo arreglarían, ahí ya estaba su amiga, pero muy ocupada en maquillaje.

Cómo siempre las miradas fijas sobre su persona, más nadie se atrevió a decir palabra, ni siquiera a acercarse, la razón, parecía un animal a punto de asesinar al desafortunado que se cruzará en su camino. Por otro lado, su hermano parecía tan feliz y brillante que muchas y muchos querían hablarle, de no ser por su perro guardián.

Al fin un valiente apareció, Sung Joo, al ver a su amigo un ataque de risa asusto a todo el mundo, Yibo lo tomo del brazo, dejando a Zhan con las maquillistas, corrió a su oficina arrastrando a su amigó.

-¿Que paso amigo mío?, Los lentes negros son un toque único... De no ser porque está nublado y... Este lugar es cerrado, déjame adivinar, ¿Te fuiste de fiesta ayer?-

-Callate maldita sea, no quiero ni una sola palabra de esto, mejor búscame algo para el moretón...-

¿Que moretón?, Yo no veo nada- le pico, de verdad quería ver los estragos del pequeño conejo. Yibo callo en su trampa, se quitó los lentes, el ojo morado quedaba perfecto con las tiritas en el labio y la curita en la nariz.

Sung Joo dejo de reír, de no saber lo que pasaba en casa juraría que lo habían asaltado o metido en una riña con pandilleros. Dejo las risas a un lado, llamo a Li, la cual al verlo incluso dió un pequeño grito, sin pedir explicación alguna salió corriendo de la oficina.

-Joder viejo, ¿Que hiciste está vez?, No me digas que te rendiste a tus bajos instintos y atacante al conejito...-

-Ojala fuera eso, al menos podría haber disfrutado...-

-Yibo, ¿Sabes que suenas como un violador?-

-ya, solo ayúdame, me duele el cuerpo...-

-¿El conejito te hizo esto?-

-Noooo, fue la vecina, que no le gusto que le pidiera azúcar...-

-¿Estás de broma?-

-eres un idiota, claro que fue el conejito quien me golpeó, ¿Sabes que es cinta verde en karate?, Además de que práctica boxeo.

-Joder, ese chico es más que genial, de no tener esa carita inocente seduciría a medio mundo...-

-Pues te diré, es más viejo que tú...-

-sigues con tus bromas, ¿No?-

-Pues no, me temo que no, Zhan-ge tiene treinta y un años, seis más que yo...-

-no, me estás jodiendo, va a la universidad-

-Segunda especialidad-

-Trabaja de mesero-

-no, es sub chef, solo ayuda cuando es necesario...-

-Joder, es tan inocente y tierno, no te lo creo-

-ha, mi cadera...-

-espera, Yibo, ¿Tu fuiste el de...

Un golpe justo en la frente con un lapicero hizo que Sung Joo diera dos paso atrás, la secretaria entro, llevaba unas pastillas y una compresa fría en una charola.

-Señor...-

-Gracias, cuando termine el fotógrafo, me avisas...-

-Si señor...-

Yibo se puso la compresa, tomo los analgésicos, Joo había dejado cualquier burla, saber que era mayor era más de lo que podía procesar su cerebro.

Bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora