Capítulo 1

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Me desperté a las nueve de la mañana, seguía siendo temprano pero usualmente me levantaba a las seis, supongo que ayer fue una noche intranquila. Al salir de mi habitación encontré a mi primo tirado desnudo en el piso de la sala; desde hace tiempo esto era normal los sábados por la mañana, pues los viernes eran días particularmente ocupados para él.

Al lado suyo estaba un muchacho de origen indígena y aspecto desarreglado, desnudo de la cintura hacia abajo. Me alegró saber que seguía inconsciente pues esto significaba que todavía no había tenido tiempo de robarse algo, como la otra vez que al amanecer el X-BOX y el microondas ya no estaban. Poco después de eso, mi primo despertó tambaleándose.

- Wey ¿otra vez tus mamadas? - le dije - Ya deberías estar acostumbrado - me respondió el desviadote sexual de mi primo. Mientras tanto su invitado de honor se despertaba. - Oigan, ¿me prestan 5 pesos para un taco? - dijo el amante indígena de mi primo.

Yo ya quería correrlo del departamento, pero mi primo insistió en que se quedara un rato hasta que finalmente se fue después de que le regalara un par de tenis Nike pirata. Ese mismo día por la tarde tuve una discusión con mi primo - Wey por favor detente, esto no es normal - le dije cansado de sus joterías - Mira, no eres mi padre para recriminar mis joterías, además si no te agrada puedes irte en cualquier momento, ahí está la puerta -

Me di cuenta de todas las veces que hemos tenido una discusión así y me frustré al saber que acabaría exactamente igual que el resto de veces, conmigo resignado a aguantar su estilo de vida. - Mínimo trata de ser menos ruidoso la próxima vez - le dije mientras aguantaba las ganas de gritarle que dejara de gemir como perra en celo.

La rata con thinnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora