CAP 7 y 8

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Capítulo 7
"Reconciliaciones"

Al terminar ese baño se dirigen a la habitación. Camila le pone un suéter rojo y ropa interior seca, luego lo recuesta en la cama y con delicadeza acaricia su mejilla.
"Quédate conmigo esta noche, por favor..."
"Lo haré, no pienso dejarte solo en ese estado," responde Camila, quien va al closet y saca una camisa negra con un pandita de lentes, lo que fue un obsequio de la hermana menor de Paulo. Camila se quita su panti mojada y se acuesta junto a su amado ebrio.
Eran como las 3 o 4 de la mañana y Paulo se levanta con ganas de vomitar y mareado; pensando en todo lo que le había dicho a Camila, se sentía frustrado. Todo se había ido a la mierda. Se dirige hasta el baño y vomita, acto seguido se lava los dientes y regresa a la habitación. Al llegar ve a Camila con la camisa del pandita sin nada de ropa interior y decide arroparla con mucho cuidado.
Se quedó mirándola por un rato. Camila estaba babeando, tenía el cabello hecho un desastre, todavía tenía rímel en sus ojos. Paulo sonríe y voz baja susurra "Eres la mujer más hermosa que he tenido en mi vida, cuanto te amo"
Ver a alguien dormir puede ser un poco extraño, hasta aterrador, pero cuando se ama todo es distinto. Paulo le contaba a Camila todo lo malo que le había pasado y que por primera vez en mucho tiempo era feliz junto a ella, a pesar de lo ocurrido.
"Estoy tan arrepentido de todo lo que te dije. Espero me perdones, vida mía"
"Me enamore de ti, no por tu profesión o por tu físico, sino por tus sentimientos. La manera en la que ayudas a las personas sin esperar nada a cambio. Te apasiona lo que haces, me encantas porque eres inteligente, eres hábil, sincera y amable. Puede que tengas un carácter fuerte a veces, pero me encanta, sin eso no podría vivir. Eres preciosa, tu cabello castaño oscuro que para mí sigue siendo negro lo amo, tu mirada apasionada sinceramente me vuelve loco. Tu cuerpo es una obra de arte en el cual yo quiero ser el pintor. Simplemente te amo, vida mía"
Al día siguiente ambos seguían dormidos, estaban abrazados y se sentía un ambiente agradable a pesar de que todo estaba desordenado y olía a licor. Camila es la primera en despertarse, lo primero que hace es llamar al despacho para informar que se tomara el día; que pasen todos sus clientes para el día jueves. Fue al baño iba a ducharse ya que igualmente olía a alcohol, pero en el mismo momento decidió no hacerlo. Solo se lavó los dientes con el cepillo de Paulo, fue a la habitación y se quedó mirándolo por unos segundos.
Decide hacer el desayuno y se da cuenta que todo lo que tiene Paulo en la nevera es alcohol y pizza caducada. Lo único que se le ocurre es llamar a Oscar para pedirle que trajera el desayuno y un par de cafés, en cuanto llegara se lo pagaría.
Camila comenzó a ordenar el departamento sin hacer mucho ruido, no quería despertar al ebrio. Ordenó casi todo. Tiró a la basura todo el alcohol que encontrara, la pizza y ciertas frutas dañadas. En poco tiempo Paulo se levanta un poco mareado y aún con nauseas, avergonzado sin saber qué hacer.
"Buenos días vida mía. Perdona por hacerte limpiar mi desastre, estoy tan apenado contigo por todo lo que te dije anoche, espero puedas perdonarme."
"No hay nada que perdonar mi amor, soy responsable de que te pusieras así," dice dedicándole una sonrisa "Jamás debí cancelar la cita pero necesitaba solucionar algo pendiente."
Camila le contó todo sobre Guillermo sin omitir ningún detalle. Que al verlo nuevamente un sentimiento pasajero la atacó, algo que nunca debió suceder. Le contó que cenaron juntos y que lo único que hacía era pensar en él, que Guillermo no tenía nada que ver en su vida. Camila solo quería concluir ese ciclo.
Paulo logra entenderla, si se encontrara a Victoria quizás sucediera lo mismo, el primer amor es algo que siempre permanecerá en nosotros así ya no amemos más esa persona, siempre quedaran recuerdos vagos.
"¡Buenos días! Llego el desayuno," Oscar les pide que abran la puerta ya que él le dejó las llaves a Camila.
"Hermano, perdóname. No debí tratarte así anoche, estaba muy borracho y no es justificación pero igual perdóname, lo siento," Le habló con lágrimas en los ojos y acto seguido le dio un fuerte abrazo a su amigo.
"Tranquilo polo, somos hermanos después de todo," -polo es un apodo que Oscar le dice a Paulo para molestar en ciertas ocasiones- "Estos quince años de amistad me han bastado para darme cuenta de tu demencia"
Los tres sonrieron y acto seguido desayunaron, hablaron un buen rato y Oscar decide irse para no interrumpirlos.
"¡Vida mía! ¿Cómo te sientes?," Camila le pregunta dulcemente a Paulo.
"Bien, desayunar logró que estuviese mucho mejor ¿Por qué?" Paulo estaba fregando los trastes, se giró hacia ella y la observa desnudarse.
"¿Tú, por qué crees que lo pregunto?" usó una voz muy sensual al responder claramente con otra pregunta mientras lo miraba con deseo.
Tenían que saldar una cuenta pendiente, por lo que hicieron el amor en la cocina, la ducha, la habitación y el comedor. Duraron horas, amándose, disfrutándose sin restricciones. Para ambos, era así como se solucionaban los problemas.
Llegó la noche y ambos estaban acostados, jugando, riendo. Siendo ellos, hace algunos minutos que habían ordenado comida china y una ensalada para Camila ya que ella odiaba lo que él ordeno.
"Vida mía, ¿podrías quedarte una noche más? Déjame compensarte lo que sucedió mal anoche. Y además, todavía debes pagar tu error" soltó con una voz seductora.
"¡Por Dios Paulo! ¿Es que no te cansas? Llevamos horas haciendo el amor. Soy humana, déjame descansar" sonrió mientras le explicaba que por más que quisiera, al día siguiente tenía demasiado trabajo y además. Le recordó que también debía trabajar ya que él llevaba dos días sin presentarse.
Horas más tarde se despidieron con un fuerte abrazo y un beso apasionado.









Capítulo 8
"Amarse no lo es todo."

Pasó el tiempo, Paulo y Camila habían pasado el susto de sus vidas, ella tenía más de veintidós días de retraso, no sabía si estaba embarazada o simplemente un retraso común ¿pero de veintidós días? Bueno, es posible. Tiempo después a ella le bajo la menstruación y Paulo se había entristecido por ello pues, uno de sus mayores sueños era ser padre de una hermosa niña. Por otro lado, Camila aún no se sentía preparada para ser madre, sintió un gran alivio y un poco de tristeza por lo ocurrido.
Iban absolutamente bien, Guillermo dejó de existir, pues él partió a Europa.
Todo lo bueno llega a su final, nada dura para siempre por mucho amor que le tengamos a una persona nos cansamos de ella, por sus malos tratos y las discusiones, todo eso afecta a una relación. En algún punto, todos se dan cuenta que se necesita ser valiente para amar de verdad. Son muy pocas las parejas que permanecen y logran sobrellevar por muchos años una relación estable. Todos han conocido parejas que llevan una relación estable durante años ¿Pero a que costo? ¿Cuántos no habrán sido infieles? ¿Cuánto abusaban física y psicológicamente a sus parejas? Cosas así hacen pensar que el amor, a pesar de ser un sentimiento hermoso, existe cierta toxicidad en él, convirtiéndose en un veneno que va destruyendo a algunas personas con el tiempo. Podemos amar de todo corazón a alguien y por ello, algunos dejan que los destruyan lentamente con ese veneno llamado amor.
Nuestros protagonistas no lograron escapar de todo esto, discusiones, decepciones y ambos a pesar de que se amaban con locura tenían un carácter totalmente opuesto al otro. Siguió pasando el tiempo, seguían teniendo muy buena conexión e incluso su relación había comenzado a basarse únicamente en el sexo, pero obviamente eso no lo es todo en una relación. Se supone, que también debería estar compuesto en acciones, palabras, detalles, madurez, respeto, entre otras cosas no menos importantes que otras.
Lo intentaron todo, tanto Paulo como Camila hicieron todo lo que estuvo en sus manos para salvar la relación, llegando al extremo de cambiar sus personalidades pues, ninguno quería perder al otro.
Camila se había cansado de las discusiones. Paulo a pesar de todo aún era inmaduro, él no entendía como volver a comprenderla y ella se fue cerrando poco a poco con el tiempo. Duraron aproximadamente un año y tres meses de relación, todo ese año había sido casi perfecto, viajaron y Camila conoció a los hermanos de Paulo, todo era rosas y gardenias durante aquel tiempo. Pero las cosas cambiaron radicalmente los últimos tres meses que fueron un caos total, demasiadas discusiones, algunas peleas, ambos poco a poco se fueron perdiendo. Hasta que Paulo finalmente ya no quería seguir intentado con alguien que se había vuelto tan cerrada a él. Ella por otro lado, no quería seguir con alguien tan inmaduro que además, tenía algunos traumas que aún no lograba superar.
Y una noche donde ambos se unieron, amándose hasta el amanecer. Terminó siendo la última sin siquiera darse cuenta, hubo un último abrazo, un último beso y un último "Vida mía" hasta que finalmente deciden alejarse, fueron muchas las lágrimas, hubo una profunda tristeza. Pero esta vez, Paulo no se hundió en la miseria, él decidió seguir adelante.
Camila terminó por irse del país, no por Paulo, más bien se marchó por ofertas de trabajo. Oh bueno, quizás también por él...
Ambos decidieron seguir sus vidas, perdieron comunicación y no volvieron a hablar. Se perdieron el uno al otro y nadie más estuvo enterado de sus vidas, pero se sabe que al menos, ambos se amaron de una manera casi infinita. Pero a veces, ciertas personas no están destinadas a estar juntas por más que lo quisiesen, quizás Paulo decepciono demasiado a Camila, quizás Camila no quiso darle más oportunidades a Paulo. Ambos tuvieron sus caídas y subidas, ambos hicieron todo lo que pudieron por mantener esa relación, se amaron pero no fueron valientes. A veces, las personas se aman y aunque no estén juntas, jamás se dejan de amar pero, no son lo suficientemente valientes para seguir permaneciendo juntos...

Fin...






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