Capítulo 8.

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Capítulo 8: Hablamos de mis recuerdos recuperados (1).

Después del acto, la piel blanca de Francesca, está cubierta por barias gotas de sudor. Sin embargo, la sensación del clímax aún se prolongaba, miraba el techo sin expresión mientras respiraba agitadamente...

''Lo hice... Lo hice con Leonhart. Tenía la intención de poner distancia entre nosotros. Tenía la intención de dejarlo ir. Aunque algún día está relación colapsará, le di mi cuerpo a Leonhart''

Él la abrazo con fuerza y ella no pudo soportar las palabras de afectó susurradas en su oído. En lugar de lamentarlo, una cálida satisfacción se extendió suavemente por la parte inferior de su abdomen.

Porque, si, había que aceptarlo, se sentía bastante bien, Francesca tenía esperanza para el futuro.

Tal vez, no todo saldrá como en el juego original...

Porque en el juego, Francesca y Leonhart nunca se tomaron de la mano. Fue una relajación muy, muy pura. Pero ahora era diferente.

Como los eventos son difieren completamente de la historia original, el final también puede ser diferente. Quizás, el original podría ser desechado.

''Quiero quedarme con León para siempre,. Le di mi primera vez, ¿esta bien esperar algo más?. No, no debería.
Es inútil esperar algo más. Cualquier expectativa solo terminara siendo destruida. No, no mires hacia atrás en tus sueños. Incluso si los sueños y la realidad fueran diferentes, terminarían por romperme el corazón.
Es inútil esperar algo del futuro, tratar de cambiarlo solo terminara en fracaso.
El esfuerzo no siempre da fruto. No importa cuanto lo intente. No importa cuanto luche, el resultado es el mismo. El mundo se izó tremendamente robusto. Y fui consciente de ello de una manera extremadamente cruel.''

                                            ***

Francesca Di Rosenthal recibió recuerdos de su vida anterior durante el otoño, cuando tenía ocho años. Estaba visitando el jardín real de hierbas medicinales junto con su madre.

-"¡Waaa, que lindo!. Me siento genial. ¡Huele delicioso!"

La joven Francesca era una joven niña curiosa . Echo un vistazo a cada hierba y grito sus impresiones sobre su aroma. Su madre, Marianne, y los jardineros de hierbas medicinales, disfrutaron de ver a la inocente Francesca divertirse con las flores.

Pero cuando Francesca llegó a cierta flor, algo en ella cambio, los pétalos eran de un misterioso azul claro y su forma era como una sombrilla cerrada.

-"Oye, ¿que flor es esta?"

Francesca gritó su pregunta, una esbelta trabajadora respondió con calma.

-"Esta planta viene del este, se llama Morning Glory. Tiene un agradable aroma".

-"¡Oh! ¡Gracias!"

Francesca bajó la cabeza en señal de agradecimiento. Luego acercó su nariz a los pétalos de un tono azul pálido. Tenía un aroma bastante refrescante. A pesar de que esta era su primera vez oliendo algo así, se sentía algo nostálgico.

Algo se movió en la parte posterior de la cabeza de Francesca. Era como si se abriera una caja de un tesoro secreto y las cosas dentro se derramaron.

Los recuerdos que no podía recordar fluyeron en su mente.

Un mundo sin magia. Un país llamado Japón. Viviendo ahí había una mujer alta. Ella trabajó para una empresa comercial y regresaba a casa todos los días después de la medianoche. No hubo encuentros con el sexo opuesto, todos los días era trabajo y luego descanso en casa. Como resultado, comenzó a usar hierbas y técnicas de aromaterapia para aliviar el estrés. Originalmente, ella ya estaba interesada en eso, pero ahora era adicta. Incluso trató de encontrar algunas fórmulas originales.

Ese invierno, cuando ella tenía 30 años, de camino a casa, fue atropellada por un auto, los recuerdos se detuvieron ahí.

Francesca de alguna manera entendió que había renacido. Esa persona en el mundo anterior, era ella en este mundo. No había ninguna confusión sobre sus dos "ella". Una vida anterior es una vida pasada. Este mundo es este mundo. Estas cosas eran naturalmente distinguibles, el conocimiento de la vida anterior solo era algo que Francesca conocía. Entonces, la personalidad de Francesca permaneció igual.

Finalmente, la avalancha de recuerdos cesó y Francesca se dio cuenta. Ella había nacido de nuevo en este mundo.

Hablando de su vida anterior, también le gustaba jugar juegos Otome. Como la vida real carecía de emoción, buscó la comodidad de la ficción en su lugar. Pasando de un libro al siguiente.

Tenía el aire de los adultos, podía saltar a través de varios juegos Otome en privado. Era todo lo contrario de su realidad, una forma de vida desafortunada... en cualquier caso.

Este mundo era exactamente el mismo que uno de los mundos en un juego que jugó antes. Aunque olvidó el título, el escenario fue el de la Europa medieval. Resultó que la heroína que se crió como un plebeyo tenía la sangre de un conde, y luego la transfirieron a la escuela aristocrática real. El intelectual Primer Príncipe Christopher, el discreto Segundo Príncipe Leonhart, además, también había un estudiante altivo y un estudiante de primer año con historias de amor a desarrollar.

Francesca también era un personaje importante, ella era el personaje rival que perturbaba el camino de la heroína hacía el amor. Como resultado de intimidar a la heroína, fue confrontada con la anulación de su compromiso con Leonhart, y luego fue expulsada de la escuela. Humillada, fue confinada en un monasterio distante en el extremo norte.

Ahora Francesca también había leído novelas web en su vida anterior, había algunas que implicaban reencarnarse en el personaje rival de un mundo de juego otome.

En estas historias, el protagonista cambiaría su destino miserable como un personaje rival; en resumen, comenzarían a planificar su vida para salvarse a sí mismos.

Pero Francesca era diferente.

-"¡Tengo que salvar a mi madre!"

Según el mundo original, la madre de Francesca, Marianne, finalmente enfermará y morirá. Sabiendo lo que sucedería en el futuro, su primer pensamiento no fue cuidar de ella misma, sino de su madre.

A partir de ese día, Francesca comenzó a estudiar sobre la fabricación de pociones. Usaría sus propias manos para salvar a su querida madre.

S. L. P. V. H. D. D., E. ¿P. M. P. N. D. D. A.?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora