Prólogo.

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La introducción que deseo para este extraño diario digital es el recuerdo de que ha sido editado con fines estéticos y emocionales.

Este prefacio es más bien un adiós al pre-edición y la esperanza de que después de esto ya deje descansar para siempre esta extraña recopilación de palabras.

Sin más, una de las razones por las que yo no sé ponerle nombre a las cosas;

memorias.

Sin nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora