Capítulo 3. Niños

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Emily se sirvió una taza de café. Sabía que no era la mejor idea para su úlcera, pero apenas había dormido y necesitaba mantenerse despierta. No había podido dejar de pensar en lo ocurrido el día anterior. Estaba en una encrucijada y no tenía claro cómo actuar. Se había levantado antes de que sonara el despertador, y esa era la razón por la que había llegado a las oficinas antes que nadie. Aquel era, de hecho, su segundo café de la mañana. Frente a ella, contempló el ajetreo de los agentes más madrugadores, pronto estarían todos allí. Al fondo, vio a Morgan atravesar las puertas de cristal. Acababa de llegar y se había detenido a hablar con Hotch y Reid junto al escritorio de éste. Emily, de espaldas a la pequeña barra del office, se quedó allí, observando la interacción de los tres agentes entre sorbo y sorbo de café.

Como si hubiera notado su presencia, Derek captó su mirada. Lejos de sentirse incómoda, Emily le dirigió una sonrisa amable y levantó la taza a modo de saludo. Unos segundos después, Morgan se excusó con Reid y Hotch y se encaminó hacia el office.

Emily sirvió una segunda taza de café y se la ofreció.

- Me parece que lo necesitas más que yo...- Señaló ella. Era evidente que no había sido la única que no había podido conciliar el sueño. Las ojeras de Morgan lo delataban tanto como a ella.

Derek aceptó el café con un gesto de reconocimiento.

- Gracias...- Bebió un poco y dejó el café sobre la encimera. Permanecieron en silencio durante unos segundos sin saber muy bien qué decir. Lo ocurrido en el desván ahora resultaba extrañamente irreal. Pero tenían que hablar de ello. No podían posponer aquella conversación para siempre - Emily...

Ella se enderezó. Morgan notó como su cuerpo se tensaba. Por un momento creyó que era por incomodidad, pero pronto se percató de que no tenía nada que ver con eso. Emily le hizo un gesto de advertencia con la cabeza, señalando más allá de ellos. Cuando Derek se volvió, vio que Reid se acercaba.

- ¿Queda café?- Preguntó éste.

Emily se apartó, mostrándole la máquina de café. Aún había para un par de tazas más.

- Todo tuyo... - Sonrió- Acabo de prepararlo

Reid se sirvió un poco y se quedó allí, de pie, entre ambos. No tardó en comenzar uno de sus monólogos habituales, en este caso sobre la procedencia del café y sus muchos usos a lo largo de la historia. En silencio, Morgan y Emily intercambiaron miradas cómplices mientras el pequeño genio continuaba con su incansable verborrea.

Emily suspiró con cierto alivio cuando J.J. se unió al pequeño grupo y fue directamente a la máquina de café.

- Cállate, Spence...- Le ordenó sin contemplaciones.

Morgan y Emily contuvieron la risa cuando Reid enmudeció de repente.

- ¿Mala noche con Henry?- Se interesó Emily.

J.J. respondió con un elocuente gruñido mientras se hundía en su propio café.

- Tiene pesadillas...- Le explicó brevemente- Así que lo he llevado a nuestra cama y por supuesto ni Will ni yo hemos dormido...

- Sólo es una fase...- Comenzó de nuevo Reid- La mayor parte de los psicólogos opinan...

Antes de que pudiera terminar la frase, J.J. lo fulminó con la mirada por lo que ninguno de los presentes llegó a saber qué era lo que los psicólogos opinaban al respecto. Luego, se volvió hacia Derek, ignorando completamente a Reid, sumido en su propia humillación.

- ¿Y qué tal vas con la restauración?

- Ya tengo la mayor parte del material... Y una idea más o menos clara de lo que quiero hacer- Contestó éste más animado- Espero hacer un buen trabajo.

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