Parte 1

1.2K 94 27
                                    

El día comenzó normal me levante temprano para tomar una ducha preparar mi uniforme y todo lo demás, los días eran muy rutinarios y no me molestaba ya me había acostumbrado a que nada me hiciera salir de mi zona de confort ya todo listo me dispuse a salir al garaje encendí mi motocicleta me puse el casco y salí vi como la cochera se cerro cuando salí sabía que nada malo pasaría mi vecindario era tranquilo pero aún así prefiero estar prevenido ante cualquier circunstancia ya que no siempre se sabe lo que pase el día de mañana. Cuando llegue a mi lugar de trabajo suspire antes de entrar, donde trabajaba no era un lugar de completa armonía no es por mis compañeros, ellos son amables y todo pero lo digo por mi estúpido jefe este era un horrible cerdo, bueno no quisiera insultar a los cerdos de esa manera pero era una persona horrible. Era un poco más alto que yo no tenia mal estado físico pero se notaba que su salud decaería algún día si no la cuidaba con sumo cuidado, empece a trabajar en este lugar porque necesitaba el dinero y por que mi jefe lamentablemente era el dueño de donde yo alquilaba tenía su ojo siempre en mi, era horrible saber que me atormentaría siempre debido a que nos veríamos la mayor parte del tiempo de verdad era lo único que detestaba ya que la mayoría de gente en el lugar eran amables y comprensivos creo que compartíamos algo en común.
Eso era que odiabamos a nuestro jefe, si se que es algo que todos dicen pero puedo decirte que de verdad era un tipo desagradable a las chicas que trabajaban de camareras o cajeras las trataba horriblemente mal y en ocasiones las acosaba con la mirada soltando rara vez un comentario vulgar por contrario a los hombres los insultaba y menospreciaba pero algo raro que no solo me llamo la atención a mi era a que en una o dos ocasiones solamente me trato relativamente mal, las otras veces solo me miraba de una manera extraña no sabría explicar lo extraño que se sentía pero buen no seguiré hablando de ese idiota.

- Borja cambiaron tu ruta de entregas este mes. - Me hablo una chica de ojos azules la cual soltó un suspiro algo pesado para luego sostener su mirada sobre la mía.
-Es una de las peores zonas de la ciudad, ten cuidado ¿vale? - sonrío algo cansada estaba saliendo del turno nocturno para informarme eso, lo malo de tener un lugar de 24 horas abierto.

- Joder... gracias Monica - revolví un poco mi cabello para luego entrar detras del mostrador y dirigirme a ver el nuevo recorrido que debía llevar este mes, de verdad odio este trabajo... Lo dejaría por otro pero ya estaba advertido de que si lo dejaba la renta aumentaría el doble tal vez el triple, bueno estoy ahorrando para poder irme a otro lugar pero bueno es algo difícil encontrar algo que este en mi presupuesto aún así are mi esfuerzo, desde que deje la casa de mis padres las cosas han sido difíciles pero debo demostrar que soy capaz de mantenerme solo no volveré con la cola entre las patas.

Unas dos horas más tarde.

-LUZU! joder no te olvides de la salsa! - El grito provenía de la parte trasera del local de comida rápida era una de mis compañeras era Dulce la cual llego con un paquete donde estaban las salsas de cortesía las recibí y las guarde en la mochila de repartidor que llevaba en la parte posterior de la motocicleta 

- Gracias Dulce, hoy estoy algo distraído por lo de la nueva ruta-  sonreí apenado ante lo que estaba pasando mientras me colocaba el casco, ella solo movió la cabeza y me sonrío para luego despedirse con la mano y dirigirse de nuevo al local. Encendí la moto y me puse en marcha a aquella zona la cual era desconocida para mi, el primer lugar era una casa no muy grande donde entregue lo encargado a la señora que no se veía muy amable pero resulto dar una buena propina y ser muy cortes, el segundo lugar fue un complejo de departamentos y así sucesivamente llego mi ultima entrega por esa zona por la tarde ya que se acercaba la hora de colación obligatoria, el ultimo pedido fue en un ¿club? no estoy seguro pero las luces neón me hacían creer que si era un club ademas de la alta música y la alegría que desprendía ese lugar, los guardias antes de dejarme pasar se miraron entre ellos y me miraron de arriba abajo y luego me dejaron entrar dándome las indicaciones para llegar donde debería entregar la comida, las seguí y llegue a una oficina muy bonita me dispuse a tocar la puerta.

-toque la puerta sin recibir respuesta alguna así que opte por hablar- Buenas tardes soy de la comida rápida traigo su pedido...- silenció eso fue lo único que recibí así que volví a tocar esperando una respuesta la cual no recibí simplemente me iría a dejarles la comida a algún guardia para poder irme de una buena vez, toque por ultima vez pero el silencio solo estaba presente nuevamente, suspire - le dejare la comida con alguno de los guardias- cuando me voltee para retirarme del lugar la puerta se abrió de golpe me sobre salte por esto y me voltee con rapidez y quede en shock no podía creer quien estaba en frente. Esto no tenía sentido trague pesado para luego tratar de articular alguna palabra.

- J-jefe... usted.. trabaja aquí? - mis palabras eran torpes pero de verdad estaba nervioso el se veía diferente estaba con la camisa desabotonada el cabello despeinado y desprendía olor a alcohol refinado no me respondió y simplemente tomo uno de mis brazos y me jalo dentro de la habitación no forceje ya que aún estaba en shock por verlo en un lugar así sobre todo en una oficina tan elegante supuse que era el dueño de ese lugar también.

-Luzu... eres un excelente trabajador y muy esforzado con lo que haces, tienes un buen físico- El jefe me miro de arriba a bajo con una pausa en su charla- tu piel es tan tersa como si de una muñeca de porcelana se tratara así que...quiero proponerte un trato- su voz sonaba pesada y algo agitada por lo cual me sentí temeroso ante lo que sea que me quisiera proponer lo mire con algo de temor a lo cual el solo se alejo tratándome de hacer sentir un poco menos incomodo lo cual solo funciono por unos instantes ya que verlo cerrar la puerta con seguro no era algo tranquilizante que digamos.

-Qu... que trato? - no puedo negar que estaba nervioso pero apenas pude articular unas palabras quise saber a que se refería la curiosidad me comía el temor quedaba pequeño ante la intriga que tenía.

-Bueno... sabes que es este lugar? - se sentó en lo que parecía ser un sofá de cuero se veía de calidad me indico que me sentara frente a el la silla que nos separaba por un escritorio.

-No estoy muy seguro..- me acerque y me senté donde me indico alg temeroso por lo que pasaría .

- Pero supongo que te abras dado una idea, no? se que eres un chico inteligente- sirvió una copa de vino que tenía sobre su escritorio- te propongo trabajar aquí, si lo haces vivirás gratis y además te pagare el doble de lo que ya ganas, un buen trato ¿no es así? - tomo un sorbo del vino que anteriormente se había servido para mirar mis ojos con seriedad.

-Yo...- no sabía que responder el trato sonaba tentador pero no estaba totalmente seguro de lo que tratara el trabajó, tal vez no sea nada malo... Verdad?


Continuara?...

Un simple repartidorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora