El niño aparecía como queriendo decir algo ante los oídos que solo lo escuchaba tras las sabanas y después por sobre de ellas.
El niño no parecía nada más que postrado en la cama. Como diciendo que su propósito en la vida que no lo es tanto, solo era estar ahí como si nada se le asemejara al sufrimiento que le decían que no sentía.
Pero todo ardía como si fuera la primera de la primer probada del platillo.El cuarto no parecía serlo porque había algo en la palabra que le gritaba que donde estaba no era más que un calabozo.
Este no era negro, era más bien conciencia. Juego sucio del pensar que es inevitable. Porque el niño decía a quien sea que lo era.
Pero el niño era quien sea.
Incluso si estaba atrapado ¿Quién le decía que no era por su bien?
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THE BOY
RandomEl niño no estaba atrapado como el sentido de su trama. El niño era todo eso que decía su cama. Por eso el niño ya no era.