El silencio temblaba y las sombras se retorcían en este pozo en el que había caído. Mi corazón acongojado no se acostumbraba, y sentía el rasguño de lo ausente y lo perdido.
Ernesto Langer Moreno
No sabía cómo sentirme. Me senté en una vieja silla de madera que se encontraba a un lado de la mesa.
—Por qué mi mamá me dejaría una carta aquí?—pensé en voz alta. Siempre pensé que me odiaba por cómo me trataba en casa, al igual que mi padre. ¿Por qué no decírmelo en la casa? Estoy demasiado confundido.
Volví a leer la carta y me percaté de que había una parte medio borrada por el tiempo al final de la carta: "no confíes en..." La otra parte no se entendía. ¿Qué no confiaría en qué o en quién? ¿Quién deja esta rosa aquí? Tengo demasiadas dudas en mi mente.
—Es mejor que tome esto con calma— dije mientras me frotaba los ojos con mis dedos. —Será mejor que vaya a descansar para así pensar con mayor claridad las cosas— pensé mientras agarraba la rosa de la mesa y salía de la cabaña.
El aire fresco me dio de golpe en la cara, refrescando y secando pequeñas perlas de sudor que se me habían formado en el frente.
— ¿Cuándo empecé a sudar?— me pregunté confundido, y de nuevo muchas preguntas me llenaron la cabeza. ¿Quién era ella? Mamá mencionó a una tal Drixx. ¿Quién es ella? ¿Por qué mamá quiere que la encuentre? Sentí un leve mareo; esto de las cartas me está poniendo mal. Es mejor que me vaya a casa para poder descansar un poco.
Me dirigí al auto; no podía estar más tiempo en aquella cabaña. En lo que encendía el motor, sentí mi teléfono vibrar en mi bolsillo. Lo saqué y miré la pantalla extrañada; casi nadie me molestaba y Sammy no era, ya que ella sabía que quería estar solo. Seguro era una emergencia, así que abrí el mensaje.
DESCONOCIDO: <<Hola, es Drixty. Este es mi número, como te dije, me caes bien y mi mejor amiga quiere matarte, así que si te llega un mensaje o llamada, piensa bien antes de contestar. Suerte >>
Sonreí mirando la pantalla de mi teléfono; su mejor amiga está loca.
—Tendré que tener cuidado—pensé seriamente.
YO: <<Hola, reina del drama. Me alegra saber que al menos te decide a hablarme y gracias, tendré en cuenta si una loca intenta atacarme.>>
Envié el mensaje con una sonrisa y guardé mi teléfono, arranqué el motor y me dirigí a casa. Tenía que contarle esto a mi hermana, ¿o no? La verdad, no creo que sea bueno contarle a alguien hasta que averigüe más del tema.
Mientras manejaba, mi mente se iba a cómo mi madre me trataba. Muchas veces ni me dirigió la mirada. ¿Cómo es que ella escribió esa carta? La verdad, estoy muy confundido. Abandoné esos pensamientos.
—Me volveré loco si sigo pensando en eso— dije en voz alta, frunciendo levemente el ceño, y me puse a pensar en Drixty y su mejor amiga para olvidarme un poquito de la carta. Siento que esa chica será un dolor de huevos si se hace amiga de la pecosa. —Lo que me espera— dije pensando en voz alta y me dirigí a mi casa.
Llegué a casa y todo estaba en silencio como de costumbre. Seguro mis padres salieron, o eso pensaba, hasta que escuché algo rompiéndose en la cocina. Me dirigí hacia allí cuidadosamente para ver que todo esté bien, cuando estoy a punto de lanzarme a darle un golpe a quien sea que esté ahí, pero cuando vi de quién se trataba, me paré en seco.
Sammy estaba en la meseta sin la camisa de la escuela, con James comiéndole la boca. Me quedé petrificado viendo la escena mientras James le quitaba el sostén a mi hermanita.
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Mi realidad después de ella [REALIDADES DISTINTAS #01]
RomanceDebes dejar de ser ilusa Esthly, muchas realidades están llenas de demonios dije mirándola indiferente. Eso no significa que no sean hermosas- respondió ella mirándome mientras se levantaba para irse date una oportunidad a ti misma de ver tu rea...