Prologo

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-Esto es un desastre, Ale.
Menciono estas palabras, observando mi cabello increíblemente negro, mis grandes ojos azules y mi contextura física, que para mi, no tienen ninguna forma. Todo esto frente al espejo de la sala, cuando Ale pasa corriendo con tres vestidos en la mano. Ella se dirige hacia mi, con su típica sonrisa fingida de "no está tan mal" (y en realidad significa que esta muy mal)
-Está genial Amy, no te preocupes, pero mira- pone los vestidos frente a mi -Estos vestidos te irán muy bien.
Tomo uno de ellos, rojo pasión, y lo pongo contra mi cuerpo. -Ale, este es demasiado corto, y escotado- no me gustan los vestidos así.
-Amy James, por el amor de Dios, ya es hora de que te arregles al menos un poco, este te quedará de infarto.
-Lo dices como si fuera cierto Ale - frunzo el ceño, acto seguido voy al vestidor y me pongo el vestido. Maldita seas Alexandra Auster, siempre termino poniéndome lo que me pides.
Salgo del vestidor directo al espejo, y al ver el reflejo, observo a esa chica de 18 años, que ahora parece de 20, vistiéndose como nunca lo había hecho.

-Por Dios Amy, ¡te ves totalmente hermosa! Esta noche vas a conquistar corazones querida.
-Como tu digas, Ale.
Ella sale volando de la sala, y se dirige al tocador, mientras la sigo. Primero se maquilla ella, luego yo, nos ponemos los tacones, mientras nos quedamos viendo la una a la otra.
Ale tiene 16 años, salió muy joven de la escuela, y nos vinimos desde Colombia a Boston para hacer un curso anual de ingles. Apenas llevamos 4 meses aquí y casi hablamos ingles con fluidez. Desde grado décimo, cuando nos volvimos mejores amigas, tuvimos el sueño de venir aquí, hacer nuestra vida, conocer otras personas y triunfar. Ahora, nada nos detendrá... O eso creo.

Lo mío es tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora