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Sus peli-negros cabellos deslizan por todo su cuerpo las gotas de agua de su reciente baño. Eunwoo toma una de las toallas del estante de su baño y se aproxima al lavamanos. Detenidamente examina su figura en el espejo, siempre se veía igual. Sus pómulos altos, su cabello un tanto desordenado, sus ojos grandes y negros, sus labios delineados. Eunwoo sonríe para sí mismo, no tenía idea de que era lo que volvía locos a todos, sus siempre amantes se arrojaban a sus brazos esperando tener algo más que sexo, cada uno de ellos lo había conseguido y luego, él mismo los había terminado, puesto que él no buscaba ninguna relación y ninguno de sus amantes buscaba solo sexo.
"Excepto Moonbin, él siempre quiere tener sexo." La risa se le escapa de sus labios.
Moonbin era una máquina de sexo incontrolable, apenas y podía seguirle el ritmo con cada encuentro que han tenido. De una u otra forma Moonbin ya lo había conseguido antes, la noche de su fiesta. A todas las voces de Eunwoo, el sexo con Moonbin había sido el mejor y el más estimulante de toda su vida. No podía dejar de recordar cada uno de sus gemidos, la forma de entregar su cuerpo, sus ojos brillosos y excitados por el mismo placer de ser observado y escuchado por todos aquellos que se deleitaron con la escena sexual de su primer encuentro.
"Las casualidades no existen, el destino me ha traído nuevamente a Moonbin"
Eunwoo ríe un poco más ante sus delirios del destino y su pequeña puta, cepilla sus dientes para después ocupar enjuague bucal antes de ir a la cama y, finalmente dormir.
Lentamente entreabre la puerta de su habitación, había olvidado encender la luz y apenas podía diferenciar las cosas que había dentro. Busca a ciegas el interruptor, pero es detenido por un sonido ya no tan extraño para él.
Jadeos, y más jadeos apenas audibles. Los gemidos de Moonbin se ahogan con sus dedos introducidos en su boca. Eunwoo gira su cuerpo tratando de encontrar a Moonbin dentro de su cuarto pero no ve nada.
-Cariño, no te veo ¿Dónde estás? - su respiración se vuelve lenta y pausada. Está siendo cauteloso.
-Ahmm Woo ... estoy ahmm acá - Los gemidos de Moonbin llegan hasta los oídos del peli-negro calentando su cuerpo - Tampoco ahmm puedo verte cielo -
Eunwoo camina hasta su cama tropezando torpemente con algunas de sus cosas, y casi como desesperado enciende una de las lámparas de su mesilla de noche.
"Dios."
Eunwoo casi muere de la sorpresa de encontrarse a Moonbin en tal escena. Pasa sus dedos por el borde de su toalla casi como reteniéndose por saltarle encima y, poseerlo ahí mismo.
-Eunwoo... ahhmm- Moonbin tira de su cabeza hacia atrás, sus peli-rosas cabellos empapados por el sudor se revuelven en la blanca sábana de la cama del mayor. Sus ojos están vendados por alguna de las corbatas del peli-negro. Sus rosados labios sujetan dos de sus dedos, ahogando sus gemidos y convirtiéndolos en jadeos casi inaudibles. El mayor gime ante las manos ocupadas del peli-rosa.
