Siempre estarás en mi corazón [Rengoku Kyojuro]

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Lo único que se podía escuchar en la habitación eran los suspiros de la mujer, sus ojos se encontraban cerrados para imaginarse que sus propias manos eran de él. Amane llevaba algunos años enamorada del pilar de fuego, pero no se atrevía a confesar sus sentimientos a él, a pesar de poseer una gran confianza con Rengoku y estar completamente agradecida de haberla salvado la vida hace tiempo atrás.



Después de que Rengoku le salvara la vida a Amane se encargo personalmente de entrenarla, aunque ella haya desarrollado otro aliento, pero aun así aprendió todo lo relacionado con el aliento de fuego que el pilar le explicaba lentamente... No porque Amane fuese lenta  en el aprendizaje, sino más bien porque deseaba que la mujer permaneciera por más tiempo junto con él.


La de cabellos azules inclino levemente la cabeza hacia atrás, se estaba dejando llevar por el placer que estaba sintiendo gracias a sus propias manos. La falda del uniforme le permitía tocar su zona intima con mucha facilidad, con uno de sus dedos tocaba aquel botón que le hacía temblar ligeramente sus piernas, de vez en cuando introducía dos de sus dedos, imaginando que aquellos dedos eran de Rengoku. Desabotono un poco la parte de arriba del uniforme, deslizo su otra mano para poder masajear uno de sus senos, de vez en cuando tiraba con delicadeza su pezón.



-Kyojuro....


Susurro el nombre de aquel hombre que le robo su corazón, jamás en publico o cuando ellos estaban solos entrenando o charlando lo llamaba por su nombre, siempre se dirigía a él por su apellido, le causaba un poco de vergüenza decir su nombre... pero cuando Amane se encontraba completamente sola en su finca, no podía evitar querer decir su nombre.



Cada vez le era más difícil reprimir los suspiros, a pesar de que no hay nadie en su finca en ese momento, le daba algo de  vergüenza e intentaba que ninguno se le escapara, pero no siempre lograba eso. Deseaba poder sentir aun más placer, pero no era algo que iba a lograr solo con sus manos, deseaba inmensamente que Kyojuro fuese quien la tocara, poder unirse con él hasta que ambos quedaran agotados, deseaba que él dijera su nombre en susurros cerca de su oreja, que besara cada parte de su cuerpo sin pudor alguno y sobre todo....... que le dijera que la ama.



Pero para su desgracia todo aquello eran simples fantasías que jamás llegarían a concretarse, lo único que le quedaba era imaginar todo eso en su mente y en sueños, poder dormir abrazada a él y sentir el calor que su cuerpo siempre emana.




Abrió ligeramente sus ojos una vez que su cuerpo comenzó a tiritar con un poco más de fuerza, se mordió con fuerza su labio inferior en busca de silenciar su propia voz.... ¿Qué pensaría el pilar de la llama si la encontrase en una situación como esa? De seguro él jamás volvería acercarse a ella y esa posibilidad le provocaba un gran dolor en su corazón.









Kimetsu no Yaiba one-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora