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El solo hecho de susurrar a su oído con voz quebrada hizo que sintiera un calor enorme llegar a el de inmediato.
Mordía su labio inferior e intentaba controlarse contra la tentación que tenia sobre sus piernas en plena madrugada.

Borracho, en pijamas grandes prestadas por el dueño de la casa que les daba posada a ambos, con los ojos entrecerrados, cabellos recogidos en cola y las mejillas resaltantes con un color rojo mas oscuro que su piel. Era el momento perfecto para consumar algo sin que nadie se enterase.

Tal vez lo único que lo hacia medirse fuera de el hecho que el tenía prohibido tocarle, era que china no era los que se olvidaban lo que pasaba estando borracho al otro día, solían venirle los recuerdos en cadena apenas abría los ojos y sabía que no terminaría bien...

Sabía que en sus cinco sentidos el pelirrojo aun no se sentía preparado para entregarse una vez mas.

Sabia que tenia un trauma con las relaciones sexuales desde chico por culpa de Imperio Japonés.

Y sabia que si quería verlo bien y radiante debía pensar en las consecuencias.

Pero allí estaba la tentación,el hecho de estar mal a cualquiera hace dudar y ese cuerpo finito, tallado a entrenamiento de kárate puro combinado con gimnasia, yoga y uno parecido al de los monjes, sin dotes muy relevantes pero provocativos a su gusto. Caderas pequeñas y piernas delgadas pero muy bien contorneadas, su trasero firme y piel suave lo volvían loco a limites desconocidos.

Quería morder, pasearse por su cuerpo, reclamarlo con suyo al menos esa noche, cumplir su fantasía de juguetear con esa cinturita y tener la dicha de abrirse paso en su interior.

Probar el sabor de su piel y escuchar su voz temblorosa.

Quería llegar a mas, sentir que ya consumaron todo.

Por que quieran o no admitirlo en cualquier amor profundo y maduro también hay un deseo carnal no solo de una parte, que se va desarrollando o decreciendo conforme la relación o el sentir avanza. Dentro de todo también somos animales y el motivo y fin de muestra atracción primitivamente era reproducirnos. Por mas que ahora con el raciocinio una relación no termina en su mayoría con el consumar el acto.

Se sentía mal en parte por enfocarse en sus deseos sexuales y no en ayudarlo, verificar si la resaca no le iba a afectar o evitar que le de aire. Intento bajarse la calentura pensado en el que dirán, en como lo tomaría su gente y la reacción de su gobernante que no seria buena.

Pero que no daría por tenerlo...

Se estresaba con solo recordar que lo tenia prohibido...

El no podía profanarlo...

Aunque puro el chino no era de donde lo vieras, sabia que la mente sucia no certifica que realmente sepa a lo que se a tiene el perder la virginidad recuperada que guardaba para su nuevo ser especial.

Un ejemplo claro fue Japón, una pervertida de primera que cuando tubo su primera vez con Corea del Sur poco le faltaba gritar ayuda.

Apretó sus piernas con regular fuerza y cólera, intento dejar de pensar como hombre gay en ese rato ,tomando la manta que el menor voto al levantarse ,suspiro.

Cubrió a China estilo virgen, se incorporo un poco antes de intentar recostarlo sobre el. Pensar como amigo en vez de como enamorado era difícil. Ese bulto entre las piernas palpitaba contra el trasero contrario y este parecía o no notarlo o no importarle.

Pues se movía como una pequeña lombriz para acurrucarse en el.

- Vamos...acuestate a mi lado- pidió tomando con suavidad sus hombros, esmerándose en tumbarlo sin llegar a aturdirlo.

Eso se estaba poniendo difícil.

China no tenia intenciones de moverse y el debía ir rápido a solucionar su problema antes de que sus instintos salgan a flote.



-besame -pidió el menor enrollando sus brazos en el cuello del más bajo, acerco sus rostro un poco mas de lo que ya estaban y pego sus frentes sin apuro.

- Te acostarás si lo hago? -

- Lo prometo -

Poso lentamente sus labios sobre la mejilla calentita del chino y los mantuvo allí unos segundos antes de haces el sonido característico de un ósculo en volumen bajo.
Jugó un poco con los cabellos rojos que caían graciosamente por su hombros.

Se le hacia tierno que el chino llamara beso de pareja formal con 4 años de relación a un besito en la mejilla o frente.

Dejo que el cuerpo de China se deslizara solo hacia su lado derecho hasta dar con el colchón.
Acarició su mejilla izquierda antes de levantarse y salir a paso rápido de la habitación dejando confundido a su novio y rogando por no perderse en la gran casa euroasiática.



Ingreso al cuarto esperando en encontrarlo dormido, se había demorado más de lo esperado.

Mucho mas de lo planeado.

No solía satisfacerse a si mismo y cada vez que lo hacia sentía que era la primera vez.

No entendía como algunos lo hacían en tiempo récord.

Fue directo a cambiarse,colocándose otra pijama y dejando la que antes llevaba en la cesta. En el caso que el pelirrojo la viera sabría que simple y llanamente necesitó hacerlo y quizá tampoco le reclame pues recordaría que el mismo lo había provocado.

Colándose entre las manga se encontró con esos ojos dorados con degradé hasta el rojo mirándolo fijamente.

Lo vio rodar hasta su lado y como se colocaba muy cerca, demasiado diría él.

Los brazos de China buscaron abrazarlo como hace una hora, acercando su rostro al del más alto buscando sus gemas doradas fue sorprendido por su choque de labios.

Un leve rose.

Que sin ser candente ni duradero le hizo sentirse en las nubes esos 2 segundos que duro.

Su segundo beso después de el de la declaración en 4 años.

Valla, había pasado tiempo desde que empezaron a ser pareja y ni un solo beso...

No sabia si era bueno o malo pero estaba valiendo la pena.

Por mas que este borracho ese gesto le hizo entender que ya confiaba más y que si seguían hací tal vez lograrían algo en algunos meses.

Para ti puede ser mucho y tal vez debes juzgar a esta pareja pero amor que espera amor que vale la pena. Cada uno de ellos siente el tiempo volar al estar con el otro y esperar no es problema.


(Empesemos a pasivear a China!!!)

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