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Parte I
presente

Capítulo 1: Bienvenido a la culpabilidad

Noviembre 2020

«¿Charlotte, podemos vernos?»

«No es el momento, Jos, por favor»

Suspiro releyendo el mensaje y soltando un gran resoplido frustrado. Entendía que ella no quisiera poner de su parte en arreglar las cosas, pero sinceramente habíamos pasado tanto, que me carcomía el que ella se fuera odiándome, ya no le pedía volver a estar juntos, sólo que quedara todo bien entre nosotros, poderla ver una vez más a la cara y pedirle las disculpas que merecía.

El sofá se hunde y Kid suspira mientras se acomoda mejor a mi lado- Jos, sabes que estoy aquí ¿cierto?- asiento, aunque últimamente se siente como si estuviera solo en este mundo. Y no me gusta ese sentimiento. - debes concentrarte Jos, "dime tú" está pegando hermano, se vienen cosas grandes y tú estás- mi vista se enfoca en la lámpara encima de nosotros y puedo ver cómo pequeñas pelusas flotan alrededor del foco.  - tú no estás poniéndome atención de nuevo, cabrón.

-Necesito salir a fumar - la única frase que he estado diciendo los últimos días, causa algunos suspiros en el estudio por parte del equipo.

-Ya va, Canela, ni siquiera estás pensando en cómo terminar el álbum, faltan 2 pistas Jos y todas las que grabamos ninguna te parece- es Malcolm, productor de este álbum, que habla desde su asiento y sin despegar la mirada de la computadora que tiene frente a él.

-Porque no me ha gustado ninguna- digo sincero- no me causan nada.

-Es que ese es tu  problema, José. Nada te está causando nada ¡y todo por una chiquilla que ya desapareció de la faz de la tierra!- mi mano se estampa contra el sillón, con tanta fuerza que kid retrocede inevitablemente.

No la llames así! - grito señalándolo, dispuesto a golpearlo, pero arrepintiéndome al instante en el que todos me miran con enojo.

-Salte- Malcolm habla, ahora sí mirándome. Todos me miran y siento cómo el aire se está atascando en mis pulmones. Me está dando otro jodido ataque

-Pero yo no he empeza-

-Salte a fumar y vuelve cuando estés relajado, Canela-

Kid suspira de nuevo cuando me levanto a toda prisa del sofá y salgo a la pequeña pero privada terraza que tiene kid en su estudio.

Aprieto el teléfono a mi pecho, cuestionándome si debería, tal vez ella ya esté dormida, pero no tengo a nadie más a quien llamar, y duele saber que estoy solo cuando antes no tenía porque pasar por esto solo.

Así que si, decido que si no la llamo y escucho una voz que me relaje, este jodido ataque me va pegar duro, necesito distraerme y relajarme.

-Mamá- jadeo apretando con fuerza el teléfono.

-¿Jos? ¿Cariño?- su voz suena preocupada del otro lado, es lo que menos quiero ahora mismo pero respirar me está costando toda una vida- ¿Jos? Respira cariño respira, estoy aquí Jos, respira conmigo ¿si?-

-Te necesito- susurro ahogándome en un jadeo mientras comienzo a llorar de nuevo.

-¡Charlotte!

-¡¿Qué Jos?! ¡¿Qué?!

-¡Te estoy hablando maldita sea, no me des la puta espalda!

-¡¡Estoy cansada de pelear!! eres un egoísta José Canela, desearía- su mirada destilaba veneno y furia

-¿Desearías que Charlotte?- hablé con rencor. Sabía que lo que diría iba lastimarme. Pero deseé lastimarla primero.

-Nada

-¿Sabes qué? crees que eres indispensable en mi vida, pero no es así y yo si desearía jamás haberte conocido en esta vida de mierda Charlotte- escupí con tanta furia y rabia, que no me arrepentí hasta que vi sus ojos como se humedecieron y pasaron de destilar veneno a ponerse tristes, decepcionados. Sabía que la había cagado, se alejó por instinto de mí y no habló más. Y tampoco la culpaba- Char- susurré tratando de acercarme, sabía que ahora si la había jodido a lo grande, pero no quería alejarla de mi. No quería romper todo ni dejarla ir. Dije las cosas sin pensarlo

Pero supe que todo se había terminado cuando esa noche se encerró en el cuarto de huéspedes, y la escuché llorar toda la noche hasta que se quedó dormida y al día siguiente no estaba.

La llamé tantas veces para tratar de disculparme, pero ella nunca contestó, la busque por todos lados, pero no había rastro de ella, había desaparecido totalmente de mi vida y de la tierra.

-Dime dónde estás Jos

-No dejes de hablarme mamá- la interrumpo entre sollozos- por favor, no quiero estar solo

-Jos, por favor, no digas eso hijo, me tienes a mí- escucho como ella también comienza a sollozar y ahora mismo solo me siento tan culpable de haberla arrastrado a esto.

-Jos, por favor, no digas eso hijo, me tienes a mí- escucho como ella también comienza a sollozar y ahora mismo solo me siento tan culpable de haberla arrastrado a esto

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Dime tú    [J.C] // terminada ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora