Era Vital:"La séptima alma" [Pausada]

Capítulo 12:"El ejército de las 12 razas"

La explosión del sur me mantenía preocupado, pero la situación actual tampoco era de las mejores, teníamos al menos unos 30 a 20 minutos antes de que los del otro extremo llegarán, estábamos perdidos por donde viéramos, los ataques continuos por el norte sólo nos desgastaban más y más, ahora sí moriré, mierdaaaa, después de todo lo que he vivido me matarán, esto no está bien, jajajajajaja, al menos pelearé hasta que lleguen sus amiguitos.

-Mierda, Avelin cubre ese lado- Mierda están acercándose. Los Tanques están cansados y heridos, al menos debemos dejarles descansar un poco más.

-Alex, cuidado- Gritó Franco, que llegaba en carrera e impactaba contra un Vampiro que me iba a atacar- Se te rompió alguna uña princesa- Dijo con ironía.

-No...es momento- Nos encontrábamos rodeados, cada paso era un golpe que iba y venía- ¡¡¡CUIDADO JENNIFER!!!- Grité mientras lanzaba una daga que impactaba en el cráneo de un Licantropo.

-Soy tu maestra, entendido- Me regaño por salvarla, pero que mierda- Pero gracias- Dijo mientras decapitaba a un Daemon.

Era horrible un gran grupo de seres nos atacaban, los Tiradores y Arkedian nos defendían de los ataques del cielo, mientras en tierra la batalla llegaba a un punto parejo entre ambos bandos.

Corría, saltaba, y volvía a correr, cada vez que hacía algo un ser recibía un golpe, al igual que yo. Seguía sin  descanso, corrí contra un lobo en carrera que saltó en mi búsqueda, pero yo deslicé por el piso y le propine un tajo en el cuello que le decapitó.

Los seres místicos se reagruparon, al parecer ahora era un Lobo Alfa el que mandaba, que desde hace un rato me tenía como blanco, era un lobo gigantesco, quizás más pequeño que Xeloc pero igual de fuerte y rápido, se mantenía junto a un grupo de tres Licantropos.

-Bien, ese será mi objetivo, si lo mato sus tropas quedaran sin estrategia en estos casos bajar la moral es lo único que puedo hacer- Pensé, mientras corría en dirección a Daniel, quien aún lideraba a los Tiradores.

-¿Alex?, ¿Qué haces aquí, no deberías dirigir a las tropas?- Me preguntó confundido por mi repentina aparición.

-Si, si, surgió algo más importante, ¿Me ayudarías?- Dije, mientras él mataba a una Gárgola, me miró por unos instantes antes de asentir- Bien, necesito que me cubras mientras asesino al líder enemigo, si lo conseguimos la moral del enemigo decaerá y tendremos una oportunidad de ganar- Dije, pero el verdadero problema era que en unos 10 minutos llegarían sus refuerzos, al menos debíamos de ganar por este lado.

-Bien, te cubriré, pero no creo poder hacerlo por más de cinco minutos, si no lo consigues en ese tiempo- Se giró para verme cara a cara- Estarás sólo y más te vale volver, sino Avelin se sentirá sola- Dijo con una pequeña sonrisa.

-Jajaja, sálvame o Isabella no te lo perdonará- Dije, a lo cual puso cara seria- Bien me voy- Dije y partí en dirección al centro de la batalla.

Uno, dos, tres seres caen con las certeras flechas de Daniel, seguí mi camino hasta perfilarme frente al supuesto Alfa, era un lobo de pelaje negro con ojos cafés obscuros, que penetraban en mi cabeza.

-Bien lobito, es hora de que el cazador rescate a la abuelita ¿No?- Dije mientras ambos saltábamos al combate.

Nos acercábamos cien metros, y contando, mientras más avanzábamos, más heridos íbamos dejando, los mejores guerreros de cada ejército, já, que gran broma, corrimos hasta quedar unos cuatro metros de distancia y saltamos, su salto fue muy grande, cortarle la garganta sería juego de niños, y así fue, mi daga derecha se acercaba a su cuello y estaba apunto de cortarsela cuando otro lobo esta vez aún más grande y del mismo pelaje me cogió la mano de un mordisco.