Cap.5- El mes más terrorífico

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Octubre

Había pasado ya un mes desde aquel incidente que inicio mi infierno, aquel mes en el que los merodeadores comenzaron a ver qué todas sus jugarretas me dañaban demasiado, un mes en dónde aunque lo intentará negar mi corazón se rompía un poco más por cada cuchillada que James daba con sus comentarios tan vergonzosos y humillantes.

Después de ese día tan horrible mis hermanos se enteraron y planeaban una venganza en contra de Potter; aunque yo los logré convencer de que no hicieran nada que pudiera perjudicarlos, pero eso fue una mentira,lo que realmente trataba de detener era que lastimáran a mi amado con algún hechizo o broma de mal gusto, al fin y al cabo yo aún lo sigo queriendo.

Ya es 31 de octubre, mientras salgo de la clase de pociones junto a mi mellizo, siento como todos nos miran y es cuando me doy cuenta que algo anda mal, por supuesto al llegar por fin al gran comedor es cuando me doy cuenta de lo que está pasando; encima de la mesa de Slytherin se encuentra una pancarta con una foto mía dónde estoy con los dientes frontales de un tamaño inmenso y aún peor es lo que dice "largo de aquí estúpida asiática, muérete" se quiénes lo hicieron y peor aún que en vez de que mis compañeros de casa me ayuden a quitarlo solo me miran con lastima y pena, sin embargo no son los únicos, está vez los merodeadores si se han pasado; me duele demasiado que provoquen esto solo por qué lo creen divertido cuando es la cosa más cruel y villana que pueden hacer.

En ese momento reaccionó y es cuando veo a mis hermanos y a Scorpius tirando de la pancarta para quitarla y esperar que los profesores no lo vean, pero es inútil pues lo primero que escucho no es a un profesor sino a un alumno y no es cualquiera es ni más ni menos que el líder del tonto grupo autodenominado merodeadores, James Sirius Potter Weasley que grita hasta hacerme llorar nuevamente y un peor en frente de todos los alumnos de Hogwarts

–¡ Por si mis mensajes de Septiembre no fueron claros quiero que te largues de aquí y jamás vuelvas, tú y tus hermanos chinos que aman a los mortífagos!

Es en ese momento que por fin alguien interviene antes de que rompa a llorar con toda la pena del mundo y él vuelva a salir victorioso

– ¡ James Potter ! A mí oficina en este momento– grita furiosa la profesora Mcgonagall – profesor Longbottom quiero que con ayuda del profesor Flitwick quiten esa espantosa y denigrante pancarta por favor– pide a los profesores – ¡ Y quiero que todo aquel que estuvo involucrado en esta deshonrosa exhibición hacia su compañera de la cara ahora mismo o de lo contrario todas las casa perderán todos los puntos acumulados y tendrán detención!– exige saber la directora

Es en ese momento que todos los Gryffindor's, Ravenclaw's y Hufflepuff's lanzan al frente a  todos los integrantes de los merodeadores Fred Weasley, Frank Longbottom, Lorcan y Lyssander Scamander pero claro sin olvidar que al frente de todos estaba Potter mayor quienes al ver que está vez su broma no a salido como esperaban se muestran en modo culpables a pesar de que todos sabemos que eso no es cierto y están más que satisfechos.

Y mientras eso pasaba, mi mente solo podía pensar; ¿Porqué a mi? ¿Qué fue lo que hice mal para que me hagan esto? Esas preguntas haciendo mella en mi cabeza sin parar y hundiéndome en un pozo de dolor.

En el momento en que reaccione ya estaba en la oficina de la directora, con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar y con mis hermanos y el pequeño Malfoy apoyándome mientras explicaban que querían justicia por lo que los merodeadores habían ocasionado, aún peor que pidieran la expulsión inmediata de los cincos brutos barbajanes que hicieron tal exhibición hacia mí persona.

Ese fue el peor Halloween que e experimentado y claro fue otra jugarreta de las tantas que ellos provocaron, una de las muchas que dieron pie a qué me volviera como soy ahora, mientras veo como mi veneno recorre cada poro de su piel y yo estoy más que satisfecha de tal acción; una dónde demuestro que el veneno de una serpiente llega a ser más tóxico si guarda durante años el rencor, el odio y la venganza que un corazón puro tuvo que aguantar durante tanto tiempo; porque no hay que olvidar que aunque la serpiente no sea venenosa su mordida es letal para quien la experimenta.

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