Ayer

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Todo el día de ayer me lo pasé a tu lado pidiéndole al cielo que te recuperarás, no me respondió, y el mismo, fue testigo de tu muerte, ¡oh que tristeza la mía! Ahora sin poder decir nada, me quedo callada el tiempo suficiente para notar a las personas de mi alrededor, puedo notar que a mi derecha se encuentra mi suegra, ¡ oh mi querida suegra! Y acercándome a ti te digo "Amor mira, abre tus ojos llego tu mamá, querido despierta, salúdala", y al ver que mi esposo no respondía, me perdí en un profundo mar de pensamientos, pensando si lo volvería a ver, pero claro ya sabía que el hombre que amo, estaba tendido en aquel ataúd atroz, sin poder respirar, al momento de pensar en eso, corrí hacia el, levante la caja del ataúd, pero no respiraba, yo no sabía que hacer, empecé a sollozar, y las personas a mi alrededor, sintieron lástima por mí, no pude más, corrí hacia las escaleras, y subí a la habitación dónde mi esposo y yo compartíamos desde hace ya 20 años, levanté una hoja y una pluma y empecé a escribir, llenándose mis ojos de lágrimas, dejé la carta en el cajón de mi habitación.
Fui caminando al bosque donde me casé, me arrodillé, y mirando al cielo, lloré desconsoladamente, y al pasar los años el recuerdo de mi matrimonio, ya no me resultaba, triste, ni incómodo, me hace feliz, al pensar que tuve a un esposó, comprensible, atento y cariñoso y espero ser feliz, para siempre.

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