Poemas y cartas

No podemos estar juntos, lo lamento.

Para: Usted un hombre bueno y amable.
De: Una joven que todavía lo ama con locura.
Creo que no existen palabras, para expresar mis más profundos sentimientos, hacia usted, ya que podrían ser muy inapropiados e imprescindibles, no planeó que usted sienta lo mismo por mí después de que le dije aquellas palabras crueles, y que aparte lo abandoné, ni mucho menos espero que usted me odie, usted es un hombre maravilloso.
Mi cerebro se vuelve adicto a su piel, mis pensamientos están atados a su mente, mi cuerpo ya no puede más, está muy cansado de esperar, todo el tiempo me siento vacía, su silueta camina en torno a mí, sus labios ya no  se posan sobre los míos, su sonrisa se vuelve fría cuando me mira, sus ojos ya no resplandecen cuando río, sus manos están cada vez más lejos de las mías, mi cuerpo tiembla de nervios, al saber que usted está muy  lejos, mis ojos no dudan ni un instante en mirar los  suyos, pero cada vez que lo hacen, siento que ya no respiro, igual y usted  ya no me ama, igual y  ya se ha olvidado de mí,  pero si una parte aunque sea una pequeña parte de su alma todavía me quiere, por favor vuelva hacia mí, yo no quiero volver a decirle aquellas palabras que le han lastimado, o aquellos besos que nunca fueron aceptados, pero por favor le suplico que me entienda; ambos éramos egoístas, indulgentes, orgullosos e ignorantes, pero ambos sabíamos que un día esto, tendría que por fin acabar, acabar con aquel sufrimiento que me mata desde lo más profundo de mi corazón, los sentimientos y deseos hacia usted no los puedo borrar de mi mente, los dos muy bien sabemos que no es bueno que estemos juntos, es casi imposible que ambos nos amenos, mi orgullo no  es más que mi  simple manera  de pensar, pero el orgullo puede ser devastador, cruel y despiadado, si uno mismo no lo sabe controlar, y en mi caso siento que el orgullo puede ser ambas cosas, una virtud, como también un defecto, déjeme decirle cuán profundamente e irrevocablemente estoy enamorada  de usted, le escribo esta querida carta para que usted me logre comprender, y me dejé de odiar por ser tan cruel con usted.
Esta carta espero que  le haga darse cuenta de la situación en la que estoy o tal vez en la que siempre estaré.
Por favor olvídese de mí, eso es lo mejor para los dos.