A veces sucede que uno se ciega tanto por el deseo de recuperar algo que olvida todo lo demas. su amor propio, su anhelo de superación e incluso, al amor de su vida.
Yo sabía muy bien eso, así que después de mirar por última vez el celular completamente descargado sobre mi sofá, abrí la puerta, ignorando el abrazo de Nieves, luché para liberarme de este y cerrarme en mi mismo. Dejaron de existir sus gritos, las miradas de los vecinos preguntándose qué había ocurrido o cualquier cosa que no fueran mis pies moviéndome automáticamente hacía el único lugar donde encontraría lo que necesitaba para recuperara Ismael.
No me costó demasiado llegar al edificio donde sabía encontraría a la persona que podía llevarme con mi última esperanza, tampoco tuve que hacer gran cosa, sorprendentemente, él estaba justo frente a la entrada, con los brazos cruzados, mostrándome una victoriosa y asquerosa sonrisa.
—Hey, Auron —. Inclinó la cabeza hacía un lado, riendo vagamente. —Que feo estás, parece que te hubieran arruinado la vida o algo así —. Se burló. Gemí, no tenía fuerzas ni para sentir dolor por ese sarcástico comentario. —No puedo creer que Fargan realmente esté encaprichado contigo, no eres más que un omega estúpido, como cualquier otro.
Perxitaa pasó una de sus manos por entre sus mechones de cabello, peinándolos muy a su propio estilo, con bastante lentitud. Suspiré, sabía que no haría nada a menos que yo le dijera lo que deseaba.
—Uh —. Hablé entonces, carraspeando un poco, tratando de que al menos mi voz no se escuchara tan rota como me sentía. —Necesito..
—¿Qué dices? —. Avanzó un paso, levando descaradamente una de sus manos a su oreja. —No puedo oírte, habla más alto.
—Ne-Necesito —. Bajé la mirada, suspirando. —Quiero ver a Fargan.
—Así no se piden las cosas, idiota.
—Por favor —. Imploré entonces, mirándolo a los ojos. —Por favor, llévame con Fargan. Por favor —. Deseaba tanto retractarme, correr y huir de ahí tan rápido como mis piernas me lo permitieran, tal y como la última vez; pero no, observaba a Perxitaa analizarme con la mirada, mientras mi omega se mantenía quieto, tal cual un lobo con la cola entre las patas y la cabeza gacha, completamente sumiso ante la única persona que podía ayudarme a recuperar a mi hijo.
—Claro, Auron —. Mi piel ardió cuando pasó uno de sus brazos por mi cintura, guiándome para que salgamos del edificio. —De hecho, es para eso que estoy aquí, Fargan me mandó por ti.
—Él...
—Sí, sabía —. Perxitaa me abrió una de las puertas de su auto, dejándome entrar y cerrándola con fuerza, causando un fuerte estruendo. Me encogí en mi asiento, pero al instante relajé mis musculos, tratando de parecer menos asustado de lo que me veía. —Parece que te conoce mejor de lo que crees.
Me sentía como si estuviera yendo directo a la guarida del lobo a ser comido por este mismo, pero mi cabeza no podia pensar en algo mejor que eso ¿Qué ganaba persiguiendo a los sujetos que había mandado el juez? Solo recibiría más de esos golpes y todo delante de Ismael; al igual que eso causaría que tenga otra denuncia por mal comportamiento y eso no me ayudaría durante el juicio. No, sin Luzu presente, lo único que podia hacer era entregarme a Fargan, solo estando con él volvería a ver a Ismael.
Mientras el auto avanzaba, pensé en Luzu ¿Cómo estaría Luzu ahora? Con sinceridad, no podia imaginármelo de ninguna manera, ni buena ni mala, no me imaginaba a Luzu huyendo de mí, pero tampoco me lo imaginaba volviendo, porque si fuera así, ya estaría de regreso. Cada que pensaba en él, sentía sus brazos rodeando mi cuerpo y su voz cerca de mi oído, diciéndome que todo saldría bien. Solo esperaba volverlo a ver algún dia, y aunque no sea conmigo, quería verlo muy feliz.
ESTÁS LEYENDO
The 𝗽𝗲𝗿𝗳𝗲𝗰𝘁 omega
FanfictionCuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Auron tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido su ingenuidad. ¿Qué alfa se encargaría de cortejar a...