Capitulo 2 "Recuerdos"

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En unos minutos, después de subir algunas escaleras, recorrer un pasillo ceñido, y abrir el portón de la gran oficina de William, de un color anaranjado con negro, con una alfombra color vino, que resaltaba entre el piso de madera, llena de cuadros, con una pequeña ventana, para que entrara un poco de luz, ademas de la que ya tenia, gracias al foco que emanaba iluminación blanca, el hombre se posa en su escritorio recargando ligeramente sus manos en aquel mueble hecho de la madera mas sublime, lustre, gracias al barniz que lo recubría, el señor, con una voz amigable y muy gentilmente, decide invitar a su esposa que se siente, en una silla color negro, con el respaldo muy bien cuidado, que se encontraba delante. Pasaban los minutos y solo se llegaba a percibir el silencio en esa habitación, peor del que se escuchaba en la sala de abajo, donde se encontraba tal aberración encerrada en esa caja de cristal, después de unos minutos, la señorita Lujan decide hablar, de una manera normal, sin expresar ninguna emoción.

-William, por favor, dime de que esta hecho eso que se encuentra allá abajo, ¿Por que no es como lo habíamos acordado? y también, ¿Por que mis lentes no sirven cuando veo al sikion?- La señorita de complexión delgada, acorde como iba hablando, aumentaba el volumen de su voz, al momento que se erguía en la silla.

-Relájate, déjame explicarte, presta mucha atención a lo que te voy a decir- Él doctor un poco molesto, dice esto, mientras se endereza y comienza a caminar alrededor del escritorio.

-Primero que nada, tus lentes no funcionan, por un inhibidor que le coloque al cristal de la vitrina, su propósito es muy simple, el cual es proteger la formula de aquella maravilla, de ese espectacular sikion- dice esto mientras le coloca su mano en el hombro de la mujer

- Y ¿Porque todavía no me dices de que esta hecha esa cosa?, pienso que, como primera y la que le da mas apoyo económico a todo esto, y lógicamente como tu esposa, tendría que saber que esta pasando- ella lo dice en un tono alto, al igual que desconforme, ademas de mirar fijamente a su esposo

- ¿Recuerdas lo que sucedió en el laboratorio de tu padre?- William dice esto mientras toma una foto que estaba enmarcada, la cual estaba en la pared, donde se encontraban abundantes caras familiares para el y para su esposa, pero, sobresalía un rostro en especial, alguien extremadamente alto, que usaba traje de color café, con zapatos de ese mismo color, de tez blanca, con el cabello color negro, al igual que una cara de sensatez absoluta, y una mirada tranquila, esa persona era el señor Lujan

- ¿Tu que crees?.... ¡¿De verdad me lo preguntas?! ¡Sabes que no me gusta hablar de ello! ¡Ese maldito error! ¡Todo por no apagar esa cosa!...... ¡Él no merecía que toda su historia acabara ahí!- Ella se levanta de la silla con una furia que jamás había sentido, mientras ferozmente como si fuese un depredador acercándose a una presa, se aproxima a William, se queda frente a él viéndolo fijamente, con un rencor que jamás pensó creer, y menos por su esposo

-¡TU NO TIENES DERECHO, DE MENCIONAR SU NOMBRE! ¡NO TIENES DERECHO DE NI SIQUIERA VERLO!- Ella entre sollozos, con una mirada de tristeza, abatimiento, pero sobre todo la rabia que tenia contenida en su cuerpo, le arrebata la foto en donde aprecia ese equipo de 54 personas, el cual no soportaba ver, por el sentimiento de culpa, por todas los sensaciones negativas que le ocasionaba, por no poder cambiar nada por lo que ocurrió ese fatal día.

-¿¡Tu crees que estoy feliz por que haya pasado eso?! ¡No sabes lo que debo pasar, desde ese incidente, no para de venir gente a decirme asesino, mentiroso, gañan, oportunista o asta anti-cristo!, mi carrera se vino abajo gracias a eso, ¡YO NO FUI EL CULPABLE!, ¡NUNCA QUISE QUE EL SEÑOR LUJAN MURIESE!, fue el que me dio la oportunidad de acabar mis estudios... ¡NO LE QUERÍA HACER DAÑO!- Él gritando muy triste, diciendo todas esas cosas, con el mas puro sentimiento que un ser humano puede llegar a alcanzar, con lágrimas en los ojos, decide voltearse y admirar uno de los bastantes cuadros que tenia, entre los que ve, se fija en uno en especial, el cual era, "La gran foto de la Universidad", mientras pasaba una de sus manos por su rostro, pero se notaba como temblaba, de frustración, de no saber que hacer.

- Y pensar como fuimos tan felices en la universidad, todo lo que vivimos en aquella época, como te conocí, como conocí a tu padre, todo iba tan bien- Esto lo dice con un tono melancólico, apretando su puño fuertemente.

-Hasta que pensamos en realizar esa cosa, esa maldita formula, todo por esa ¡MALDITA CURIOSIDAD! -El señor, con ambas manos se tiro fuertemente de su abundante cabellera, con la mirada mas triste que ella había visto en una persona, en una persona con el alma rota.

Adeline, solo se quedo mirando a la persona que ama, con compasión, pero con mucha melancolía, tristeza, que se veía reflejado en sus ojos, con una de sus manos, trata de tocar la espalda de alguien abatido, sin fuerza, pero que aun así, trata de mantenerse firme y avanzar con la vida que le toco llevar.

-Entiendo lo que pasas, se que es duro, nos toco estar así, de verdad te creo...- Ella es interrumpida por un murmuro de William, quién empezó a elevar mas la voz.

-No me crees...... piensas lo mismo que todos ellos, piensas que soy un asesino, tu lo has dicho, "no puedo hablar de tu padre"- El lo dice mientras se voltea lentamente en dirección hacia ella

-tu y yo sabemos, que siempre lo has pensado, que desde ese día todo cambio entre nosotros, yo se que me guardas mucho rencor desde aquella vez, pero, no quiero tu compasión, si me odias dímelo, ¡Simplemente dímelo!......- Él con una cara desanimada, pero mas que eso, decepcionada, decide sentarse en la silla del escritorio, delante de su esposa, quién se queda quieta sin decir nada, y lo único que hizo fue agachar la cabeza

-¿Sabes que es lo malo?..... Que después de tantas noches llorando, de escuchar en tus sueños, y hasta aveces cuando estas despierto, todas esas voces suplicando que las ayudes, suplicando piedad, pidiendo perdón, arrepintiéndose por todo lo que habían hecho, viendo hacia el cielo rogándole a algún ser poderoso que los ayude; te pones a pensar si en verdad vale la pena vivir, si en verdad valió la pena salir de se trágico accidente, salir intacto, pero ver a personas arrastrándose con lo poco de fuerza que le quedaba, ver un lago de sangre, personas sin sus extremidades, ver como morían frente a mi..... y yo..... en un sitio seguro.... ¡Sin poder hacer nada!..... tal vez, hubiera sido mas feliz si hubiera muerto junto con ellos, y no vivir con este peso sobre mis hombros- William, decía esto fríamente, con la mirada perdida, con ojos de una persona que deseaba estar muerta, el veía la pequeña ventana que estaba en su oficina, se notaba la tristeza de aquel hombre, la impotencia, de no saber que hacer, el haber creado algo tan espectacular como es un sikion, pero, en el proceso se perdió a el mismo

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2020 ⏰

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