Capítulo 2 - El primer día

72 3 3
                                    

He estado observando el niño, sufre de violencia de parte del padre y sus pares en el colegio, pasa tardes de hambre, frío y soledad, los pocos recursos económicos de su familia son invertidos en alcohol y droga para sus padres...¿cómo es que siempre nos quejamos de lo que nos falta en vez de agradecer lo que tenemos?.

El diablo aún no ha hecho de las suyas y eso me pone aún más tenso.

¿Cuándo atacaría? y si lo hiciera, ¿como lo haría?

Han pasado varios minutos y comienzo a notar como un aura negra rodea a Diego de vez en cuando... ¡Eso es! Así es como el demonio invade nuestra alma, con pensamientos pesimistas, cuando decidimos ver el vaso medio vacío en vez de medio lleno. La tristeza, el reencor, la envidia, algunas de las armas más fuertes del diablo.

Debo empezar a actuar, si esta es la forma de atacar del demonio entonces mis armas son el contrario a ello, debo entrar a la mente del niño y destrozar estos pensamientos con su debilidad.

*Exequiel cierra sus ojos y comienza a establecer un vínculo mental con Diego*

Estoy dentro, se pueden observar como la envidia comienza a defenderse de la luz que irradia mi espada; hace aparecer pequeñas escenas de codicia en el oscuro vacio que me encuentro, son como proyecciones de recuerdos opacos de Diego.

¿Cual es la debilidad de la envidia? La humildad, esos minimos detalles que pocos toman son los que fortalecen el alma. Dios me esta brindando su ayuda, proyecciones de recuerdos de humildad de Diego hacen de mi espada cada vez más brillante y voluminosa.

Se empiezan a escuchar chillidos, la envidia hace su aparición.

No hay forma de describir lo horrible que son estas criaturas, nacen desde el suelo como humo, son negros como el carbón, esqueléticos, presentan una forma de reptil-humano y carecen de ojos, es como si sus colmillos nacieran de sus labios para dar origen a una feroz dentadura que oculta una larga lengua de serpiente.

La feroz criatura se lanzó sobre dispuesto a despedazarme con sus largas garras. Sujeté la espada con fuerza y cuando estaba lo suficientemente cerca lo ataqué y atravezando su cráneo esta impura entidad comenzo a deshacerse hasta ser nada con un chillido ensordecedor. Derroté a la bestia, pero sabía que esto solo era el comienzo, pronto bestias más fuertes me atacarían y en mayor número.

Concluí el vínculo y pude ver como Diego estaba demostrando la pura humildad que se apodero de su mente mientras le daba un pedazo de pan que habia guardado para no pasar hambre a otro niño desnutrido. Nunca me había sentido tan bien. Pude escuchar un Bien hecho  seguido de una pequeña risa de parte de Dios.

Si este es apenas el primer día, ¿cómo sería el último? Pero lo más intrigante, ¿llegaré?

...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 22, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

5 días para salvar un niñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora