Sin escape

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Sigue caminando con la vista al frente pero un gruñido detrás de ella la detuvo, sintió escalofríos y el miedo recorriendo su cuerpo se dio vuelta y se horrorizó al ver lo que la observaba de arriba-abajo era una bestia enorme, de ojos rojos, amenazante, unas patas enormes con garras muy afiladas y lo más notorio era como se mantenía sobre dos patas, como si fuera una persona.

Un lycan posaba su feroz mirada sobre la bella Eva dispuesto a despedazarla, Eva con miedo y la vista fija en la criatura empezó a caminar suavemente hacia atrás mientras oía los ladridos y aullidos de los perros y los gruñidos de la bestia la cual empezó a avanzar hacia ella.

Eva empezó a correr, el miedo que sentía era tanto que al llegar a la reja para entrar a su edificio no podía encajar la llave en la cerradura con la bestia acercándose trato hasta que logró abrir la reja y entrar... se sentía a salvo ya en los pasillos de su complejo veía a la criatura, mientras ella estaba resguardada en las paredes del edificio, la criatura gruñía y ladraba sin poder entrar, Eva siguió por el pasillo caminando rápidamente y la luz comenzó a fallar, empezó a sentir el ambiente pesado y el aire helado al voltear, la cabeza de su amiga Marta colgaba de la lámpara del pasillo y entre los cortes de luz apareció la muerte...

La muerte con sus manos esqueléticas empezó a llevar a Eva del cuello hacia la puerta de su complejo, ella peleaba y peleaba pero sus manos y pies traspasaban el cuerpo del espectro, al llegar a la puerta, la muerte lanzó Eva a la calle, ella levantándose del suelo vio la muerte parada en la puerta impidiendo que ella volviera a estar segura y al lycan al lado, al pegar el grito de miedo y auxilio la bestia salto sobre ella mordiéndola, despedazando su cuerpo y llenando del notorio color carmesí la calle... era la segunda víctima de la noche.

En el taxi Jean se sentía incomodo llevaba detallando al taxista un buen rato había algo que no le gustaba mientras que Jack dormía

- 4:30 -

Jean – Jack.... Jack... – decía en susurro mientras movía a Jack tratando de despertarlo

Jack - ¿si?... hmmm – dijo Jack quien empezó a levantarse

Jean – hay algo que no me gusta de este taxista, deberíamos llamar a Marta y Eva a ver si están bien – susurro a oídos de Jack

Jack – estas algo paranoico, ¿acaso eres igual de miedoso que Marta? – en tono de burla – quédate tranquilo si las llamas las despertaras y ambas se molestan mucho

Jean – tienes razón mejor me quedare tranquilo...

Jack - ¿humm?, ya estamos llegando a mi casa

Taxista – hemos llegado al tercer destino

Jack se baja del taxi y volteo a ver al taxista el cual le dirigió una sonrisa macabra que le dio un mal gusto, con miedo se despide rápidamente.

Jack – ha-hasta lue-luego Jean

Jean – descansa Jack

Jack le echa una mirada de sospecha al taxista, este se percata y decide despedir a Jack

Taxista – buenas noches cuídese he oído que por aquí los delincuentes no tienen piedad de las personas que andan solas a estas horas...

Jack – si... gra-gracias

Jean notó el tartamudeo nervioso de Jack y le propone pasar la noche en su casa

Jack – no puedo mis padres me matarían si no me encuentran en mi cuarto

Jean – ¿estás seguro que no quieres quedarte en mi casa esta noche?

Jack – si muy seguro, adiós – cerró la puerta del taxi

El taxi siniestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora