- "¡¿Podemos hablar de una maldita vez?!" – Grita Jennie persiguiendo a Jisoo por el apartamento enojada. Había estado incitando a Jisoo para entablar una conversación desde días atrás, pero la mayor no hacía más que ignorarla y ponerle trabas. – "¿Por qué estás evitándome?" –Acorrala a Jisoo en una esquina contigua al sofá.
- "Que no te estoy evitando. Déjame pasar" – Dice risueña. El comportamiento de la castaña le causaba gracia. Estaba vuelta loca persiguiéndola, exigía explicaciones que no se veía dispuesta a dar. En efecto, sí la evitaba, pero no lo admitiría abiertamente, no admitiría que se ha entregado a las dudas desde el encuentro con el CEO, su cabeza no dejaba de darle vueltas. Pensaba en miles de cosas; en como la relación de ambas había perjudicado el grupo, a la empresa, la había encarrilado en una cita amorosa a la que no deseaba ir y lo peor, la estaba alejando de Jennie. Lo que se supone debería acercarlas como nunca, las aleja. Tiene razones para evitarla. Tal vez si se separan definitivamente la situación pueda mejorar. Tal vez si continúan como amigas incondicionales, todo se arregle. Aunque solo el hecho de imaginar un futuro sin la castaña le roba la respiración. Pero para que mentirse a sí misma. Ellas nunca terminarían juntas. No en esa sociedad, no en un país como Corea. Además, le había ofendido que le ocultara la verdadera razón sobre el romance falso que tuvo con Kai.
-"Jisoo por favor. ¿Es por lo que dijo Yang? ¿Te estas alejando de mi por eso?" – Se notaba la vulnerabilidad en su voz.
- "¿Jennie estas delirando?" – Le toca la frente y finge medirle la temperatura.
- "Jisoo no soy estúpida. Desde que volvimos de la agencia has estado evadiéndome, inventas excusas cada vez que quiero pasar tiempo contigo, no me has dado ni un solo beso desde el martes, y ya es sábado hoy". – Pasa su dedo índice y contornea la forma de los labios de la morena. –"También pretendes dormir cuando me meto a tu cama. ¿Qué pasa Jisoo? ¿Estas enojada conmigo? ¿Hice algo mal?" – Está al borde de las lágrimas. Por más que quiera evitarla para buscar una solución a este mal, no puede verla así, le duele demasiado. Además, la cercanía de la castaña la tienta tanto, que se da cuenta de lo mucho que extrañaba tenerla cerca.
--"No, nada de lo que dijiste. Es que he estado pensando en la cita que tengo con Suho hoy. Es solo eso." – Le agarra la mano que anteriormente se posó en sus labios.
--"¡¿Entonces me estas evitando por pensar en ese idiota?! ¡¿Tan emocionada estas por esa cita?!" – cuestiona dolida y se suelta de su agarre. La reacción de Jisoo no se hizo esperar, rodó los ojos y soltó una risita.
- "No me parece gracioso." -- Dice la castaña con una expresión seria.
- "Ven" – La lleva al sofá junto a ellas. Toma su mano entre las suyas una vez se sientan. – "¿Cuántas veces te tengo que repetir que te amo, te amo mucho, que eres mi debilidad y lo que anhelo siempre?" – Jennie reprime una sonrisa mordiéndose el labio. Jisoo siempre la hacía sentir como la persona más especial del mundo. –"Pero tenemos que tomarnos una pausa Jennie. y saber a dónde llegaremos con esto". – Acomoda un castaño mechón de cabello tras las pequeñas orejas de su contraria. —"Tenemos que hablar". – Su toque en la oreja se desvanece.
Esas son las tres palabras que nadie quiere escuchar "Tenemos que hablar", ni de tus padres, amigos o... tu pareja. Esa frase encendió todas las alertas de Jennie. ¿De que tenían que hablar? ¿De que podían hablar ¿Por qué dice que deben tomar una pausa? Esas preguntas daban revoluciones en la cabeza de la menor como licuadora en su máxima potencia, pero sin tapa que la cubriera, entonces todo el contenido salió disparado.
- "¿De qué tenemos que hablar? ¿de qué podemos hablar? ¿me estas pidiendo tiempo?" – Todo el licuado salió del contenedor. – "Jisoo, si tienes algo que decir dímelo ahora" – Su expresión se tornó seria.
