Entre el amor y la guerra

Celo(s) prt. 2

Cuando sus cuerpos no pudieron dar más y suplicaban por un descanso, Ohm y Fluke se quedaron dormidos.

Ohm sostenía a Fluke entre sus brazos y ninguno se movió en toda la noche. El cuerpo de Ohm envolvía el pequeño cuerpo de Fluke proporcionándole un calor tan confortable que lo hizo pensar que si se quedaba ahí para siempre, nunca volvería a pasar frío.

Ohm jamás había dormido tan bien en toda su vida. El cuerpo de Fluke entre sus brazos encajaba a la perfección, como si alguien lo hubiera moldeado para que se quedara ahí. Había una tranquilidad en el ambiente que ninguno de los dos había experimentado antes. En ese momento, justo antes de que su mente se suspendiera en un mundo de sueños se prometió así mismo que hablaría con Fluke sobre sus sentimientos. No quería estar un segundo más sin que él estuviera formalmente en su vida.

A la mañana siguiente, Ohm se levantó temprano como de costumbre y le dejó una nota a Fluke en uno de los muebles junto a la cama.

"Lamento no poder quedarme más tiempo, volveré lo antes posible. Gracias por el mejor día de mi vida."

Había planeado despertarlo para despedirse como era debido, pero pensó que si no se despertó cuando se levantó de la cama ni cuando comenzó a vestirse, significaba que aun necesitaba descansar.

Salir de esa habitación fue de las cosas más difíciles que Ohm había tenido que hacer en su vida. El aroma de Fluke lo acompaño incluso después de haber tomado una ducha.

Tenía demasiado trabajo esperándolo y debido a que había pasado demasiado tiempo con Fluke últimamente (sin contar la otra noche) se había atrasado con varios de sus reportes. Eso sin mencionar que Long seguía en las celdas y quien sabe cuándo vendrían por él. Las imágenes de la noche anterior lo acompañaron los siguientes dos días en los que por más que intento ir a ver a su pequeño, no pudo.

Cuando llego el día en que por fin Fluke pudo salir de aislamiento, lo primero que hizo fue ir a ver a Ohm.

A pesar de que su celo había terminado, su cuerpo aun necesitaba el de Ohm, sus ojos aun querían verlo y su piel extrañaba su tan conocido tacto.

Cuando llego a su oficina, Ohm lo recibió con la más encantadora de las sonrisas.

-Hola—fue lo único que se le ocurrió decir.

"Solo fueron dos días Ohm, tranquilízate."

-Hola—la dulce voz de Fluke llenó sus oídos, lo había extrañado tanto—Espero no interrumpirte, solo quería que supieras que estoy bien. 

-Me alegra escuchar eso.

Un silencio reino en la habitación, pero no era uno incómodo. Se habían extrañado tanto, que hasta cierto punto les costaba creer que se estuvieran viendo ahora.

-Lamento no haber ido estos días a verte, cada día salen más papeles que tengo que revisar y no puedo terminar estos reportes. —Se disculpó Ohm. 

-No te preocupes, yo lo entiendo—lo tranquilizo Fluke. 

Ohm comenzó a caminar lentamente hasta él sin dejar de mirarlo a los ojos. 

-Quería ir. Quería volver a estar contigo más que nada.

Ohm colocó su mano en el rostro de Fluke y volvió a sentir la suavidad de sus mejillas.

-¿Por qué?—preguntó Fluke. 

-Porque necesito estar contigo—respondió sin pensarlo—Si no logro verte todos los días se sienten como horas desperdiciadas. —Su otra mano termino de envolver su rostro—Fluke, necesito decirte algo.