Nos encontrábamos en una situación tan incómoda e irreal que jamás pensé vivirlo en carne propia. Pero así es y todo por ser curiosa.
—¿Qué significa todo esto? —exclamó mientras veía a las cuatro personas que estábamos en ese pequeño espacio. Los cuatro nos volvimos a ver la cara como intentando encontrar la respuestas en la cara del otro.
—No es nada, no significa nada y si me disculpan— Salí de allí con la dignidad que me quedaba. No quiero volver a verle la cara, esto ya es demasiado para mí.
Me fui sin saber exactamente como llegar a mi casa de regreso, se suponía que este sería un viaje estupendo en el lugar de mis sueños. Ahora estoy en la banca de un parque solitario llorando como si no existiera el mañana; no debí meterme en todo esto, no debí involucrarme en algo que no era de mi incumbencia.
—Solo quiero descansar— susurré cuando comenzó a llover fuerte, ¿qué suerte la mía no? —¿Por qué no me dijiste nada? —dije a nadie en específico. Pero es tan gracioso porque él me dijo que no me revelaría nada sin embargo yo seguí adelante, seguí insistiendo, ahora solo me quedarán las dudas.
¿Por qué las cosas tuvieron que terminar así? Lo que más duele es ver que yo fui la única que se involucró en esto, que se lo tomó en serio.
—Yo iba en serio sabes, solo quería sinceridad, yo te quiero —arrastré mis palabras entre los sollozos. No debí venir, estaba mejor en casa, lejos de él y en mi hermosa ignorancia.
—¿Vas a seguir allí o vendrás conmigo? —decía mientras me cubría con un paraguas y a lo lejos veía su carro que ahora me es tan familiar ¿Cuándo se ha acercado y como sabía que estaba aquí? —Antes que todo lo siento, no debí llevarte allí sin saber nada al respecto —dijo sentándose a mi lado sin preocuparse por su ropa. Si eso era una disculpa le quedó fatal.
—Si solo vienes a mentirme vete, ya no quiero tus mentiras ni tus silencios misteriosos —sollocé marcando toda la distancia posible en la banca, no tenía fuerzas para correr ya.
Se levantó despuésde un rato sin decir nada, antes de irse me dejó el paraguas y dos papeles doblados en el agarrador del mismo. Y después de darme un beso en la comisura del labio se fue; dejándome aturdida.
No debería leer esas notas, sería darle la oportunidad de hacerme daño y mentirme de nuevo. Justo cuando las iba tirar al fango note la caligrafía y el estilo de la hoja.
Esas cartas yo las he visto antes.
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Los Polos Opuestos Se Atraen [EDITADA]
Teen FictionGabriela vive sus días con tranquilidad, hasta que un día todo cambia. Desde el trabajo de sus padres hasta su calmada vida de instituto; él es tan enigmático y cerrado, ¿Cuántos secretos podrá tener detrás de esa expresión tan seria? Los cambios so...