CAPÍTULO 2

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El gruñido del 416 dejo al descubierto sus colmillos afilados. Le dolía los brazos por donde lo tenía sujeto. Le había tumbado de un golpe en una de las mesas de la sala de conferencias y estaba inclinado sobre él. Su rostro enfurecido estaba a unas pulgadas del de Kyungsoo y pudo ver la ira en sus ojos oscuros. El puro terror inundó a Kyungsoo. Abrió la boca, pero no salió nada. Kyungsoo tomó aire. Él gruñó más fuerte y lo sujeto con más fuerza.

¿Qué demonios haces? Suéltalo! Jadeó el director Mark.

Kyungsoo capto movimientos a su alrededor, pero no se atrevió a desviar su atención de la mirada furiosa del 416. Parecía listo para desgarrarle la garganta con los dientes. El corazón le latía con tanta fuerza, que se preguntó si le explotaría dentro de sus costillas. Había sobrevivido y lo mataría como le había prometido.

Deja que se vaya le exigió una voz masculina firmemente.

¿Qué demonios está pasando? Eso vino de otro hombre que parecía conmocionado.

—Kai, deja que se vaya le pidió otro hombre con una voz inusualmente profunda.

La mirada llena de rabia de Kai se alejó de la mirada aterrorizada de Kyungsoo cuando giro la cabeza a un lado y le gruñó a alguien de detrás de él.

No. Esto es entre él y yo. Aléjate.

Kyungsoo se pasó la lengua por los labios resecos y se sintió algo aliviado al poder respirar de nuevo. Las manos en sus brazos seguramente le dejarían moretones. Las lágrimas inundaron sus ojos por el dolor. Estaban en una habitación llena de hombres fuertes y sabía que iba a morir frente a todos ellos en cuanto Kai regresara su atención hacia él.

Deja que se vaya, Kai Esa voz masculina se hizo más amenazadora. Por favor.

Él es uno de ellos le gruñó Kai al hombre. Trabajaba como técnico dentro de las instalaciones de pruebas. Retrocede ahora. Tengo derecho a mi venganza.

Kyungsoo abrió mucho los ojos cuando escucho como una escopeta se cargaba. Se tragó el nudo que se formó en su garganta y le entro miedo de que le dispararan para salvarlo. Maldita sea, no iba a permitir que eso sucediera. Todo su terror se disipó ante la preocupación por su vida. Kyungsoo lo había salvado una vez y lo haría de nuevo.

Estoy bien. Kyungsoo habló tan fuerte como pudo. Su voz se quebró, pero él consiguió pronunciar las palabras. No le hagáis daño. Que nadie le dispare. Por favor.

¿Kyungsoo? El Director Mark se acercó un poco más. ¿De qué está hablando?

Kyungsoo se quedó sin aliento cuando su verdugo volvió la cabeza para mirarlo de nuevo. Un escalofrío le recorrió la espina dorsal al encontrarse ante esa intensa fría mirada. Sabía que él definitivamente cumpliría su amenaza. No tenía ninguna duda de que lo mataría encima de la mesa y delante de todos los presentes.

—Kai — gruñó otra voz masculina. Libéralo. Vamos a arreglar esto de manera razonable.

Es mío, gruño Kai, obviamente estaba tan enojado que no podía hablar en un tono normal. Sus dedos se apretaron aún más, las lágrimas cayeron de sus ojos y se deslizaron por los lados de su cara. No hizo ningún sonido. Tenía miedo de alterar a los que estaban a su alrededor y especialmente al que manejaba la escopeta.

¿Kyungsoo? La voz de Yoonwoo sonaba cerca. Tú fuiste una informante, ¿no es así?

Se tragó un gemido de dolor. Kai le gruñó suavemente, pero sus manos eran brutales en sus brazos.

FURIA #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora