Confianza

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Remus despertó sobresaltado y temblando por el agua que escurría ahora de su cara.

Incorporándose un poco notó que seguía en el invernadero con Calipso y Petunia, esta última había tomado la manguera que estaba cerca para rociarlo con agua.

—¿Qué? ¿Qué sucedió? — Dijo incorporándose.

Petunia arrojo la manguera lejos y le dio un puntapié.

—Levántate, vamos. Tenemos que irnos ahora.

—¿Petunia? ¿Qué demonios está pasando? —Preguntó confundido.

Petunia lo observó severamente y dijo:

—Te lo explicaremos luego. Debemos irnos, ahora.

—Pero...

— Qué no se te olvide que sigues siendo nuestro prisionero, Lupín. — Exclamó Calipso—Vámonos.

Petunia y Calipso empezaron a caminar hacia el invernadero. Habían llegado mediante un traslador porque no se fiaban de desaparecerse con Remus. Este las siguió por instinto y estuvo a punto de no tomar el traslador que se activó en las manos de Calipso.

Aterrizaron exactamente en la entrada de la casa. El enorme candelabro ahí situado los recibió dando destellos por el sol de la mañana que se filtraba por la ventana.

-—Antes de entrar al salón, por favor díganme qué sucede—Exigió Remus— ¿James está vivo? ¿Dónde está? ¿Lily lo está también?

Petunia cerró con dolor los ojos ante la última pregunta, pero logró responder.

—Escucha, Remus. Sabemos que eres de confianza más aun viéndote luchar por nosotras hoy. Pero aún hay cosas que nos hemos estado guardando por seguridad seguro lo entiendes...— Remus asintió, pero con voz un poco entrecortada dijo:

— Es James, Petunia. — Remus lucía más cansado que de costumbre — ¿Cómo pudieron ocultarme esto?, no sé a qué están jugando...

—No estamos jugando a nada, Lupín. Y para que lo sepas es mejor ir a mi despacho antes de que Emmeline aparezca. Vamos a explicártelo todo. ¿De acuerdo? —dijo Calipso.

Remus asintió ansioso.

Juntos, los tres se dirigieron al despacho de Calipso (compartido momentáneamente con Petunia), lograron que, a pesar de la ansiedad que tenía, Remus se sentara.

— Primero ¿A qué se refieren con que James viene hacia acá? — Preguntó Remus con el corazón en la boca. Su estómago se revolvía por los nervios exagerados que sentía.

Calipso miro a Petunia y está le dio un suave cabeceó.

—Bien pues verás...— Petunia se aclaró la garganta. Para ella tampoco era fácil lidiar con eso.

—Interrogamos a Vernon cuando estaba recién desperté del hechizo. — volteo los ojos a Remus con compasión— Nos contó que James está vivo...

—Vernon... El no... —Remus se cubrió la cara con las manos y trato de concentrarse, lo que resultó inútil— No hay seguridad de que Vernon diga la verdad...

Por más que Remus quisiera tener esperanza, no podía dejarse llevar por falsas suposiciones. Bastante había sufrido ya.

Calipso lo interrumpió:

—No había. Pero en cuanto Petunia y yo nos establecimos en España, fuimos a Gringotts y ahí nos lo confirmaron.

Remus cerró los ojos dolorosamente y se recargo en el respaldo del sillón. Aunque no le veían directamente la cara, ambas mujeres sabían que, en la cara de Remus, lágrimas bajaban lentamente por sus mejillas.

La magia de Petunia (Hiatus Iniciado En Septiembre 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora