La magia de Petunia (Hiatus Iniciado En Septiembre 2021)

Luna llena

—¿Remus? —Se sorprendió Sadie. Aunque supieran su nombre, ninguno de los presentes había bajado la varita ni las armas.

El joven de veintitantos años de rasgos suaves, ojos apagados, cabello chocolate y cicatrices en su rostro se veía muy sorprendido por estar ahí. La mirada apagada del joven le daba un aspecto maduro para su corta edad.

Remy volteó los ojos con impaciencia.

—Si. Lo capture cuando regresaba de la tumba de Lily y James Potter. Al parecer tuvieron funeral—comentó observando la reacción de Petunia, está ni parpadeó. Pero por el shock.

—¿Funeral?

— ¿Potter?

Petunia quedó consternada. Nunca se preguntó quién se encargaría del funeral de su hermana. Supuso que no tendría y que Dumbledore se había encargado de hacer el sepulcro o alguna payasada a lo grande.

El pensar en el funeral de su hermana cómo un circo, con reporteros, chismosos y flojos, que no hicieron nada en la guerra, le enfureció.

—¿Dónde fue? — preguntó a Remy.

—¿El funeral? —Petunia asintió escuetamente—Fue en la iglesia del del Valle de Godric. Y las tumbas están ahí, igualmente.

—Así que ese bastardo de Dumbledore decidió hacer un circo...—las chispas saltaban de los ojos de Petunia.

Remus seguía sin enterarse de nada. Muchas cosas le habían sorprendido, como el hecho que le estaban apuntando con armas muggles, la familiaridad con la que habían mencionado a sus difuntos amigos y, claro, el hecho de que fue raptado cuando sólo había ido al baño de la taberna en el valle de Godric.

Pero lo que más le había sorprendido era el desprecio con el que esa mujer había pronunciado el nombre de Dumbledore. Tampoco entendía por qué había dicho que se había convertido en un circo el funeral de sus amigos.

Era claro que están profundamente perdido. Así que se aventuró a preguntar:

—¿Qué? Escucha no sé quiénes sean ustedes, o quien creen que sea yo, pero les puedo asegurar que el entierro de Lily y James Potter fue todo menos un circo...—se calló cuando todas las miradas de la habitación se posaron ante él. Estaba bien que fuera un Gryffindor, pero al contrario de sus amigos, él tenía prudencia al hablar. En especial en una situación como esa. Por esto último fue que guardo silencio.

Petunia bajo lentamente su arma, pero la volvió a subir cuando alguien se apareció en la sala. Era Irina.

Entro gritando: "¡A quien debemos matar'! Tropezando con un jarrón y cayéndose de espaldas.

Verne la levantó con una sonrisa divertida. Remy volteó los ojos irritado y dijo:

—A nadie. —Suspiró— Será mejor que todos se relajen y bajen sus armas.

—Pues baja tú primero tu varita, Remy. Yo mantendré vigilado a este— Calipso era la única en la sala que no se relajó y siguió con la mirada y su arma fija en Remus.

Remus se inquietó bastante ante la determinación expresada en los profundos ojos azules de aquella mujer.

—Está bien. Tomen asiento todos. — Dijo Petunia ansiosa por empezar el interrogatorio. —Dices que eres Remus Lupín ¿Cierto?

Remus asintió con la cabeza.

Petunia observó los ojos color miel con firmeza.

—Bien, Remus. ¿Responderás a nuestras preguntas, o tenemos que obligarte?