I Have Died Everyday Waiting For You.

Parte 2/2.

Nota: Antes de que lean, hay algunas advertencias(?) Esto contiene smut, aunque es bastante ligero, y lo que pretende ser angst. Tiene casi el doble de palabras que la parte anterior, por lo que es bastante largo y, sólo para aclarar, esto podría o no tener esencia de The Fault In Our Stars, aunque no lo noté hasta que terminé de revisar que no hubiera errores y, uh, bueno hay más menciones de cáncer y todas esas cosas que podrían afectar a personas sensibles al tema.  ¡Gracias por leer!

***

Agosto.

En un abrir y cerrar de ojos, ellos están haciendo una fiesta de despedida para Zayn y Niall, quienes finalmente han de volver a casa.

La fiesta se reduce a un montón de tazas de té y niños con los que la mayoría se han encariñado, las enfermeras ríen y Niall se ve todavía un poco torpe en sus muletas, pero las cosas están bien.

Liam será sometido a su procedimiento a principios de septiembre, un par de días después de su cumpleaños; Louis podrá volver a casa si las cosas siguen marchando bien y Harry… bueno, Harry todavía tendrá que esperar un poco antes de saber si podrá marcharse antes de Navidad o no.

Niall está radiante la tarde en la que ellos lo despiden, sonríe todo el tiempo y el color rojo en sus mejillas es mucho más fuerte de lo normal. Su sonrisa es amplia, sincera, y deja en Harry una sensación de familiaridad aun cuando él se ha marchado y su cama en la habitación está vacía. Los libros e historietas se han ido de su mesita de noche, su ropa ha sido llevada de vuelta a Irlanda y ya no hay carcajadas estruendosas cada vez que Louis dice algo divertido.

La última imagen que Harry tiene de Niall, andando torpemente con sus muletas hasta su auto, con ayuda de Greg y su madre que lloran de alegría, y los ojos azules brillando de felicidad porque ha vencido la enfermedad, hace que Harry llore.

Porque Niall es su mejor amigo –después de Louis, al menos–, y porque Niall batalló mucho para al final vencer la enfermedad. Perdió parte de su pierna pero al final del día está volviendo a casa, rodeado de las personas a las que ama y por las que sufrió casi todas las noches y Harry está tan feliz que no puede demostrarlo más que llorando.

Louis lo toma entre sus brazos mientras despiden el auto de Niall, y lo sostiene incluso cuando no queda nadie más que ellos, Liam y Zayn en la cafetería, esperando que el papeleo de Zayn termine de realizarse para  que él pueda marcharse también.

—Vendré a verlos seguido, lo prometo. —Liam está llorando, sus ojos cafés de cachorro húmedos por las lágrimas pero una sonrisa sincera en su rostro mientras asiente a las palabras de Zayn—. Pronto los cinco podremos reunirnos, cuando ustedes salgan, quiero decir. Niall dijo que hablaría con su madre para que podamos pasar unos días en Irlanda, él dice que va a mostrarnos cómo beber propiamente.

Todos asienten, ignorando esas vocecillas en sus consciencias diciendo que tal vez alguno de ellos no la librará. Uno de ellos podría no reunirse con ellos en Irlanda y no aprender a beber como es debido.

—Promete que vendrás para la fiesta de cumpleaños de Liam.

Zayn asiente, poniéndose de pie y acomodándose el beanie gris que Louis le ha regalado, (Harry intenta no sentirse celoso al respecto, pero es probable que no esté haciendo un buen trabajo), justo en el momento que su madre, Trisha, entra a la cafetería con el equipaje de Zayn ya listo.

Hay lágrimas y también risas cuando ellos se despiden, promesas sobre visitas cercanas y planes a futuro que, con suerte, ellos podrán realizar.

{***}

La habitación se siente grande y silenciosa sin Niall en ella.

Aun en los días que Niall estaba pasándola mal, era él siempre quien reía cuando Louis decía algún chiste idiota, era el quien hablaba cuando se sentía con ganas, durante horas y horas hasta que se quedaba dormido a la mitad de una frase.