Quizá Mañana...

Capitulo ll

-2-

En la soledad de su alcoba jugar con el aire formando figuras abstractas se había convertido en un pasatiempo, tan solo alzaba su brazo y lo movía libre mientras sus dedos sentían el frío del viento que se colaba por la ventana que su madre siempre habría cuando venía a verle, aquellos dibujos tan solo se apreciaban en su imaginación y morían tan pronto trasara otro.

La imaginación es un lienzo en blanco infinito que pierde lo trazado en cuanto algo nuevo será plasmado en el, eso era lo que a SiZhui más le gustaba, borrar y empezar de nuevo sin que nadie sea capaz de detenerte o juzgarte, aquello ante sus ojos era sublime.

Sin embargo no podía dibujar en el aire por mucho tiempo, el cansancio le orilla a dormir considerables horas de corrido diarias, aunque para su pesar, al despertar su energía seguía siendo casi nula, por lo que tan solo se quedaba recostado en cama constantemente, tan solo se paraba - a voluntad - para comer, ir al baño o en su defecto bañarse.

Su habitación era un refugio personal donde solo tenía permitido acceder su madre, no era como si despreciara al resto de su familia pero, le era más cómodo de esa manera. La alcoba era espaciosa y las paredes estaban pintadas de color blanco, como la mayor parte de la casa y prendas en su armario, ahora que lo pensaba el blanco estaba muy presente en su día a día.

Estaba empezando a odiar ese color.

Poseía varias cosas dentro de su refugio como libros, trofeos, medallas, peluches, materiales escolares, un violín y un montón de cosas más sin relevancia para él. Lo único que le interesaba era una cámara fotográfica ni tan grande ni tan pequeña de color negro que siempre estaba apagada y colocada en el buró de su cama, jamás cargaba su batería pero, siempre la mantenía limpia sin ningún rasguño.

La única cosa que cuidaba...

Toc Toc

El ruido de la puerta detuvo sus pensamientos, voltio a ver su reloj digital que indicaba las tres y media de la tarde, se incorporó en la cama para recibir a su madre aparentando un semblante tranquilo.

No muy creíble.

—Traje tu comida—, entro Wei WuXian a la habitación cargando una charola en la mano, - Prepare tu comida favorita.

—Gracias, pero ¿Por qué aquí?— cuestionó, normalmente bajaba a la cocina a las cuatro para comer junto a sus padres.

—Tengo una reunión importante y no sé a qué hora acabé y tú padre vendrá conmigo–, dejo la bandeja en el escritorio —por lo que te traje la cómoda.

SiZhui se paro de la cama con dificultad y camino a su escritorio con calma.

—Intenta comer lo más que puedas ¿Vale?— Wei WuXian le sonrió a su hijo quien asintió como respuesta, —Es hora de irme, regresaré lo antes posible ¿De acuerdo?— acarició su cabello. —Te quiero mucho nunca lo olvides.

Y con esas palabras el mayor abandono la habitación dejándolo nuevamente solo, se sentó en su silla giratoria que había recibido de regalo cuando cumplió quince y se dispuso a comer lo que su estómago le permitía. Como era costumbre tan solo picotea con los palillos la comida, dejando así más de la mitad de cada platillo y acabándose únicamente la enfusión de flores para el dolor de cabeza.

Un verdadero desperdicio si le preguntaban.

Su estómago parecía hacerse encogido diez veces su tamaño original, incluso para él era ridículo la cantidad de comida que se permitía recibir su organismo ¡No comía ni la mitad de la cantidad apropiada para su edad! Además, estaba seguro que había bajado de peso de manera alarmante, sus pantalones y sudaderas le quedaban enormes.

Dejo la bandeja a un lado y desbloqueo su laptop siendo recibido en primera plana por un pequeño conejito blanco siendo acurrucado por un protector gato anaranjado, la imagen en si era adorable viéndola desde una perspectiva diferente a la suya, pero para él, aquella fotografía era un arma de doble filo mortal que nunca quitaba de su vista.

«-A-Yuan mira-, le pidió una alegré voz -se han quedado dormidos en una posición muy extraña.

SiZhui observo a la dirección en donde se le indico, soltando una pequeña risita al percatarse del motivo de alegría de su acompañante. Sus mascotas se habían quedado dormidas sobre el sesped cómodamente acurrucadas, aunque en realidad parecía más que el gato anaranjado de su amigo había adoptado al conejito bebé cómo su cría, ya que este lo enrollo con su cuerpo en un intento de protección.

-¡Eso no se vale!- se quejó, -ese gato flojo nunca hace nada interesante y cuando lo hace no tengo conmigo mi cámara para documentarlo-, hizo un tierno puchero con los labios provocando la risa del Lan -¡No te rías de mi desgracia!- golpeó su hombro en reclamo.»

"Videollamada entrante"

El ruido de la notificación en su laptop corto abruptamente su recuerdo, observó su monitor soltando un suspiro, arregló lo mejor que pudo su apariencia y cliqueo en aceptar.

—¡Lan SiZhui ¿Quién te has creído?!–, le reclamó un enfadado JingYi del otro lado de la pantalla —¿Cómo te atreves a no contestar mis mensajes? Llevo media hora esperando que los leas.

—Hola a ti también A-Yi— rodó los ojos, —¿Cómo has estado?

—¿Cómo quieres que esté si mi mejor amigo me ignora?

—Lo siento, estaba dormido— se escuso, —mamá me despertó para comer hace un momento.

Lan JingYi entrecerró los ojos ante la mentira dicha por su amigo, dentro de la familia Lan estaban prohibidas las mentiras de cualquier tipo pero, para su desgracia SiZui había empezado a decir pequeñas mentiras ocultas en verdades. Había notado ese cambio desde hace ya unos dos meses atrás, mas no se sentía capas de exponer el pésimo mentiroso que era su amigo.

Suspiro.

—Has comido toda tu comida ¿Cierto?– le pregunto.

—Hice lo mejor que pude—, contesto jugando con sus delegados dedos.

Aquel "hice lo mejor que pude" había pasado de ser la humedad de su amigo cuando era el mejor en todo, a rendirse fácilmente ante cualquier tarea o actividad. Eso era desesperante para él, simplemente no le cabía en la cabeza que el chico al que conocía desde su infancia, aquel paciente y perseverante ser, acabará peor que un enfermo con esperanza de vida corta.

—A-Yuan comer solo un bocado de cada platillo no es hacer tu mayor esfuerzo y lo sabes— sermoneo, aunque abandono su misión al ver lo triste que se ponía SiZhui, —Mi padre me informo que solo permanecería hasta el fin de este curso en Inglaterra.

—¿En serio? ¿No ibas a estudiar tres años allá?- cuestionó.

—Esa era la idea original pero, sobre mi cadáver me quedo un año más en este internado de gente estirada—, se cruzó de brazos —capaz y se me pega lo amargado.

Lan SiZhui curbeo un por un segundo sus labios ante el comentario, JingYi se sintió satisfecho por su misión exitosa. Desde los acontecimientos sucedidos hace cuatro meses, se había propuesto a alegrar aunque sea un segundo a su amigo, sabía que no podía hacer mucho, tampoco era como si le comprendiera,pero, él lo apoyaría con un granito de arena de por vida.

Él no le dejaría hundirse en la miseria.

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Espero les guste el capítulo, lo hice con todo mi esfuerzo.

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