💗SPEAK YOURSELF CHICAGO💗

20 0 0
                                    

Los Ángeles fue una experiencia inexplicable, percibió todo tipo de sentimientos estando en ese escenario, los gritos del público, la sincronización de army bombs formando olas que los dejaron simplemente con el corazón pleno. Hace seis años no imaginaban estar parados en los escenarios norteamericanos más populares y menos aún que ocupen todas sus butacas. En momentos no podían creer que estaban ahí o que todo fuera real, pero así fue, apenas entraron se sentía como el mismo paraíso, la gloría con ese golpe de gritos, nombrando sus nombres dándole aún más adrenalina con todas esas pompas de luz púrpura, un momento perfecto, fue suficiente para saber que se encontraba en la vida que quería... por lo tanto en Chicago las cosas cambiaron, es decir, estando en L. A todos comenzaron con el autoestima sobrepasando las nubes, el personal es testigo,  los vieron bajar de escenario, todos ellos los vieron terminar maltrechos en el piso, sin aire, lo dieron todo, dieron más de lo creían que podían dar, el dinero de los fans no fue desperdiciado, ni un centavo. Con Chicago no se refiere a que lo hayan hecho mal, de ninguna manera, sólo algo en ese escenario le estaba sucediendo, ni  armys, ni el personal, ni Taehyung lo notaron, era imposible notarlo, los demás si se dieron cuenta, aún así no dijeron nada, sabe que Tae no se dio cuenta porque estaba realmente fuera del escenario, todo lo que veía era a army, les dio un gran espectáculo. En fin, el inconveniente que tuvo desde antes de ingresar a escena fue su corazón. Sí, aveces se ama tanto que se podría arruinar todo solo por seguir con esa persona, Jimin no quería ser así, no quiere.

Estar rodeado de cámaras todo el tiempo se le ha hecho una costumbre, como también una molestia. Es un alivio llegar a su departamento y que no hayan cámaras adheridas a la pared. Este es uno de los momentos en los que las cámaras que lo rodean, captando cada movimiento que hace, cada gesto, cada palabra, su respiración, bueno, si hubiera querido picarse la nariz antes de entrar a escena no hubiera podido, ni siquiera fuera de escena está libre de cámaras, y había algo, algo que quería hacer, solo desearle suerte a un compañero... a su manera. Está a su lado, pero ¿cómo hacerlo? las cámaras no se detienen si se le ocurre hacer algo que tiene prohibido. Jungkook ni siquiera lo mira, toda su atención está puesta en la presentación que se proyecta en el escenario antes de comenzar el concierto, la introducción es larga, se la enseñaron antes, aún le queda tiempo.

-Jungkookssi, creo que me hice una herida en la espalda, siento un ardor, ¿me acompañarías a ver qué es?- _sale de sus labios sin llamar por completo su atención, realmente no creía que lo diría, lo hizo y no podía ni mirarlo a los ojos porque si accedía probablemente las cosas no saldrían bien_

-Vamos rápido- _responde el menor adelantándose hasta el camarín, sin siquiera mirarlo a los ojos_

Jungkook no puede esquivar el sentir preocupación, si Jimin realmente tiene alguna molestia en la espalda algo podría tener inconvenientes en el concierto. Llegan al pasillo con cuartos separados repartidos en los costados, llenos con gente del personal, hay un cubículo especial para cambiarse, ahí no hay alguien que los grabe, Jungkook no ve necesario que entren mas ni siquiera alcanza a decirlo, Jimin ya lo adentró al cuarto quebrando su mente, no sabe qué hacer, creyó que sería diferente y no sucede cómo él pensó, Jungkook está con el pensamiento en otro sitio, es más, no esperó a que Jimin se diera vuelta, él mismo y ya le ha subido la camiseta y sudadera para revisar su espalda, mas no encuentra ni una sola marca.

-No tienes nada Jimin _avisa quitando todas las esperanzas en el mayor_

No, no es momento, se da cuenta. De verdad tenía todas las ganas de hacer su cometido, lamenta que Jungkook no tenga su interés en él ahora mismo. Jungkook es quien sin decir una sola palabra lo alienta, basta con una sonrisa e incluso solo una mirada para sentirse seguro y salir al escenario, lástima que su concentración está disponible para nada más que el concierto. Sus miradas se encuentran, siente todas las ganas de llorar y sabe que no debería hacerlo, por eso las reprime con ese doloroso enredo en la garganta, se da cuenta, obviamente Jungkook se da cuenta, es que trata de ignorarlo porque es un mal momento, sabe que si llegan al más mínimo toque no se sentirían bien en el escenario ¡Qué equivocado estás Jungkookie! piensa Jimin reconociendo sus gestos faciales siendo quien abandona primero el lugar, dejándolo con la crisis mental más desesperante. ¿Se habrá enojado? Se pregunta el menor.

Trató, de verdad intentó olvidar todo aquello sucedido adentro y dar lo mejor de sí, pues claro que hizo lo mejor, ver a tanta gente en sus conciertos es suficiente para animarse, y ahí esta, cantando la segunda canción junto a Jin, los dos se miran tan inspirados sacando de sus pulmones más inspiración de la que uno imagina. No, eso no es suficiente, Jimin necesita intercambiar esa mirada con Jungkook, es todo, es todo lo que quiere, necesita ver esos ojos desmesuradamente hermosos y recibir esa sensación que siempre le transmiten, armonía. Sus notas más altas son mejores cuando siente esa mirada, ¿Por qué no mirarlo? No es que se hayan peleado ni nada por el estilo. En la siguiente canción toma el valor y se acerca, la parte de la canción está repartida entre sus dos voces, pone la mano en su hombro y Jungkook en su cabello, con las sobrantes tienen el micrófono sujetado cerca sus bocas, mirándose al cantar con la expresión más dulce que pueden intercambiar, penetra todo su ser esa profunda vista, Jimin lo conoce muy bien, sabe que trata de decir algo con esa mirada, aunque no entienda llega a percatar que no es nada malo y la suya  no es solo de sus ojos, sale desde su corazón, su voz suena melodiosa, es un momento perfecto, es increíble, no puede creer como esa conexión hace que su estómago se ponga de cabeza con tal placentero cosquilleo. Se sintió así tantas veces, en tantos conciertos, programas de televisión, simples reuniones, en todas partes.

El tiempo pasó con los siete chicos explayando su arte y el público clamando cada canción, algunos se desmayaron por tanta conmoción. La última canción le resulta a Jimin la más profunda, la melodía sigue siendo desde lo más profundo de su corazón, siente el completo alborozo. Después de sus breves discursos de despedida tanto ellos como fans sienten lástima porque ya se acabe, claro que nada quita su felicidad, acaban de vivir una experiencia inolvidable, todos sienten el mismo regocijo, todos menos Jimin, su pecho está tan reprimido viendo los ojos de Jungkook. Su mente solo niega rotundamente sus sentimientos, ya no puede mirarlo a los ojos, se da vuelta antes de seguir sintiendo esa estocada en el pecho, mirando la aglomeración de todas esas bolitas de luz sujetadas de quienes lloran descargando esa inexplicable sensación. Se siente mal, muy mal, empieza a agradecer gritando repetidas veces al público un "Las amo, los amo"

Lo que derrama la gota del vaso son los brazos de su menor apareciendo para enredar sus hombros. No aguanta más, deja caer la viva lágrima que expresa su pecho, lo ama, sabe que lo ama y odia hacerlo, lo odia, lo vuelve loco. Claro que se siente alegre, muy agradecido hacia todos sus espectadores y se siente tan tonto al saber que todas esas personas piensan que él llora porque lo han conmovido. No, Jimin siente hasta el sonido de sus latidos hacia quien lo abraza por detrás, quien no tarda en darse cuenta de su llanto. Jungkook también sabe porqué llora, también lo ama, claro que lo ama, es solo que existe su disimulo, muchas veces Jimin no pude evitar, es muy obvio, ahora nadie se daría cuenta y es una situación que sin duda aprovecha el menor, todo su cuerpo se decae conociendo el dolor Minnie, se siente terrible como también feliz, odia que llore como también ama que sea por él.

-T-Te...- _menciona tembloroso a su oído, no sabe si debería decir lo siguiente_

No lo logra pero quiere demostrar lo que estaba por decir, le duele, le duele verlo llorar, es lo que menos soporta en la vida, es así como sus dientes se incrustan delicadamente a la comisura de su oreja, Jimin está tan centrado en la opresión de su pecho y el furor de su llanto que apenas se percata de tal mordisco y oración que no continua, sabe qué es lo que quería decir Jungkook. "Yo también" piensa como respuesta acatando esa pesadumbre más intensa, no sabe si escuchar es "Te..." de Jungkook lo hace feliz, ni siquiera está seguro de lo que iba a decir luego. En fin, no puede derrumbarse ahí, no pude echarse al piso a seguir llorando, por eso agradece que Jeon lo haya sacado antes de que suceda.


• Retrato Limitado • JIKOOK/KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora