🍂 capítulo 8 🍂

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Jhofry y Amber habían vuelto hace unos minutos pero no había ni rastro de Sebastián y por la cara que el rubio traía  deduzco que su conversación se puso intensa. Me ofrecí para atar los caballos y así brindarles privacidad por unos minutos, cuando regrese el ambiente ya no estaba tan tenso, así que me relaje y me senté junto a la fogata.

Había anochecido hace aproximadamente una hora, mientras salía de la cueva me corté la palma de la mano con una roca puntiaguda, no era un corte profundo y tampoco salía mucha sangre, pero lo mejor por el momento era estar lejos del vampiro solo por si acaso. Estaba parada en la salida de la cueva mientras hacía presión en la herida, en unos cuantos segundos más el sangrado se detendría, "¿donde diablos te metiste vampiro idiota?" había cosas importantes que hablar y el ni se atrevía a mostrar su estupido rostro, la luna estaba por llegar a máximo esplendor y aunque se veía hermoso, no podía prestarle atención, necesitaba que armarnos una estrategia para seguir el camino sin inconvenientes, hoy nos fue bien por suerte pero aún quedaba un largo camino por recorrer.

Vi de reojo como mi amiga y el vampiro se acurrucaban cerca de la fogata, el acariciaba su cabello mientras ella que estaba recostada le sonreía de forma cálida ligeramente sonrojada le presté mi saco de dormir a Amber por lo que era una escena bastante tierna y romántica, aparte viéndo a jhofry así parecía un humano común y corriente, note que estaba más calmado que cuando llegó, así que por el momento los dejaré tranquilos más tarde tendremos tiempo para aclarar las cosas. Cerré los ojos y aspire profundo, este dia fue más agotador de lo que pensé y el aroma del bosque siempre logro tranquilizarme el olor a limón de los pinos y las distintas fragancias de las flores me recordaban los campamentos a los que papá me llevaba con mi hermano al bosque, de noche podía ser tétrico y daba la sensación de que toda esa oscuridad te absorbía, pero aún así a mi me encantaba estar en el

– ¿qué haces aquí afuera? – abrí los ojos por el susto.

Sebastián estaba parado frente a mi con una sonrisa bastante escalofriante sus colmillos estaban afuera y sus ojos rojos le daban un aire asesino, tenía pequeñas manchas de sangre al rededor de su boca y también en su ropa, retrocedí unos cuantos pasos por inercia maldiciendo internamente por no haber traído mi arco o algun arma para protegerme, verlo en ese estado me traían muy malos recuerdos

– yo...yo estaba – "vamos no seas tan  cobarde" senti mi cuerpo ligeramente adormecido, sacudi mi cabeza para que la sensación desapareciera

– ¿me tienes miedo, niña? – dio un paso hacia adelante y yo di uno atrás,

No quitaba esa sonrisa de su cara, al parecer el creía que era una especie de juego, segui retrocediendo hasta que mi espalda chocó contra contra la pared exterior de la cueva  mi corazón latía demasiado rápido, no podía mover mi cuerpo "¿que me pasa? Reacciona".

Sebastián aléjate de ella – Jhofry apareció como caído del cielo, Sebastián hizo una mueca de disgusto mirando hacia el rubio que se encontraba a unos cuantos metros de él.

– este no es asunto tuyo – hablo con voz profunda, una corriente eléctrica subió por mi columna, cerré los ojos con fuerza tratando de mover mi cuerpo, pero por más que intentara no pasaba nada, ni un solo músculo se movió.

– no estás pensando con claridad, vamos adentro para que te tranquilices un poco – dijo acercándose, Sebastián se puso en una posición de ataque emitiendo un sonido similar a un rugido.

– te dije que te alejaras –

– ¿tomaste tu suero? –

– ¿te parece que bebí el suero? – volteo a verme, re lamiendo sus labios  – en un momento beberé algo de mejor calidad – ahí fue cuando entre en pánico "¿que esta pensando hacer?¿acaso piensa morderme?"

Tu Eres Mi DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora