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Era miércoles, hacia tremendo calor y la directora nos hizo reunir a todos los alumnos en el patio, con el sol encima de nuestras cabezas. No se que dio a la señora, pero estaba loca por hacer que nos quedemos en ese calor insoportable.

—Buenas tardes, chicos —saludo y todos, en coro, le devolvimos el saludo pero con cero ganas, para recalcar. —Bueno, les mandé a reunir para anunciarles que a partir del lunes el horario y la actividad escolar será alterada levemente. ¿Qué quiero decir? Desde el lunes en adelante ingresarán al instituto a las siete de la mañana y saldrán a las tres de la tarde, desayunaran y almorzaran en sus respectivos salones, y obviamente contarán con más recesos.

Claramente a nadie nos gustó la idea de permanecer más horas dentro de la escuela. Prácticamente, si ya la escuela se consideraba como nuestra segunda casa, con el horario es como que faltaba poco y nos decían que teníamos que dormir dentro de la escuela.

Los murmullos no se hicieron esperar, entre quejas y quejas de alumnos desdichados.

—Calmense, chicos. Es un proyecto institucional del gobierno para ayudar a aquellos alumnos que tienen sus padres o tutores que trabajan en largas jornadas, con la consecuencia de dejar a sus hijos solos en casa. Entonces, para no quedarse solos, esto ayudaría a que aprendan más contenido educativo, avanzando y mejorando la educación de nuestro país.

Las quejas no cesaron.

—Bueno, en otros temas, hablaremos de las normas sobre las parejas.

©Lu.

˗ˋˏEfímeroˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora